Llevar unas es posible, pero se debe administrar de manera eficiente el dinero para no vivir en medio de conflictos por malas deudas. Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business School, explica que es importante sincronizar las prioridades financieras con las del cónyuge y trabajar conjuntamente para atender cada una de ellas.

Para el especialista, las obligaciones no se deben determinar por el monto de ingreso de cada persona, sino sobre las metas conjuntas. “Las parejas piensan que el que gana más debe pagar en cantidad, pero no es verdad”.

Cada persona debe fijarse un presupuesto de sus ingresos netos y gastos propios, y así asignar responsabilidades equitativas. Mientras uno paga el alquiler o el crédito hipotecario, otro se encarga de los servicios públicos, el colegio de los hijos, etc.”, señala.

CUENTAS CLARAS

El experto aconseja crear en una cuenta mancomunada, en caso realicen actividades que impliquen grandes costos. Aclara que si uno de ellos está sin trabajo o solo hace “cachuelos”, no debe ser criticado sino apoyado.

“Evalué el presupuesto durante su tiempo de desempleo, examine el presupuesto familiar y vea dónde puede reducir los gastos, y haga que tenga un papel activo en casa”, recomienda.

Finalmente, es importante respetar el punto de vista de la pareja, sin importar cuánto aporte a las finanzas de hogar, y llegar a acuerdos que busquen el beneficio económico de la unión.

TENGA EN CUENTA

- Si su sueño es , no lo piensen más y tomen una decisión conjunta. Piensen en un patrimonio familiar.

- Procuren ser claros al hablar de sus ingresos, de sus inversiones y deudas. Esto permitirá identificar sus prioridades.

- Lo ideal es dividir los gastos para que ninguna de las partes se sienta en desventaja.

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