Criar hijos no es nada fácil, es un gran reto, cada día nos ponemos a prueba nosotros mismos para guiarlos a aprender las reglas de nuestro entorno familiar y social, así como para mejorar su comportamiento, sobre todo cuando aparecen los berrinches.
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Muchos años atrás, en el tiempo de nuestros padres y abuelos, se creía que con una sola mirada penetrante, nalgadas, cachetadas, regaños y gritos se evitaba que los niños fueran “berrinchudos”.
Sin embargo, afortunadamente estudios como el que publica la American Academy of Pediatrics revelan que las nalgadas, las cachetadas y otros tipos de castigos que no son físicos como gritos o avergonzar a los niños no son efectivos, al contrario, solo dañan la salud física y mental de los pequeños a largo plazo. Incluso, provocan más problemas de conducta.
Entonces, ¿qué estrategias de disciplina podemos seguir para prevenir los berrinches, el daño a la autoestima, a la salud física o psicológica? Lo ideal es guiarlos de acuerdo a su edad.
0 a 12 meses
Es necesario destacar que los berrinches aparecen cuando los niños empiezan a tener voluntad. Antes de eso, se puede decir que un bebé está haciendo berrinche cuando quiere algo y no lo puede obtener. Esto solo sucede cuando aparece el dedito señalador. Ojo, los bebés no hacen berrinches, tienen necesidades básicas que se deben satisfacer.
Por esa razón, no necesitamos ninguna estrategia para prevenir los berrinches, al contrario, tenemos que estar atentos a lo que está comunicando con el llanto y la sonrisa.
Toddlers (1 a 2 años)
A esta edad empiezan a aprender qué es lo que está permitido y lo que no.
También hay que estar al pendiente de sus necesidades básicas, es decir, darle de comer si tiene hambre o ayudarlo a dormir cuando tiene sueño.
La comunicación es clave en este proceso, por lo que tenemos que explicar que aunque estemos muy enojados no debemos golpear ni morder ni jalar a alguien más.
En esta etapa es indispensable poner límites y cumplirlos de forma respetuosa, así como ser constante.
Una forma de prevenir los berrinches es utilizar el entusiasmo como forma de lograr la cooperación. Por ejemplo, hacer cosas chistosas, cantar y bailar con ellos. Así como usar lenguaje no verbal para que les quede claro qué es lo que estamos esperando de ellos y haya más cooperación.
Preescolares (3-6 años)
Los niños de esta edad aún están entendiendo cómo funcionan las cosas y los límites. Es básico enseñarle cómo se usan los turnos para convivir con los demás.
La clave de la cooperación es el humor, hacer las cosas de forma chistosa, como juegos o reírnos con ellos; sin duda, es la estrategia que mejor funciona con ellos.
El berrinche aparece cuando se encuentran con una resistencia a su voluntad, lo que tratamos de hacer es darle la vuelta.
También podemos evitar interrupciones cuando están haciendo algo agradable y en el que estén interesados, para hacer algo desagradable. Mejor intentemos encontrar cosas agradables que hay entre lo que les gusta y lo desagradable. Por ejemplo, deja de jugar porque es hora de ir a dormir, pero ¿qué cuento de estos tres es el que quieres escuchar o leer?
Escolares (6 años en adelante)
A esta edad ya comprenden los límites y tienen noción de sus emociones, sin embargo, aún les falta comprender la frustración, por lo que a veces pueden enojarse, sentirse frustrados y hacer “berrinche” porque no están saliendo las cosas como esperan.
Como papás debemos tener mucha paciencia y hablar con ellos de cómo encontrar una solución o aprender de lo que salió mal.
Desde ‘Naran Xadul’ aconsejan hacer un contrato con los dos o tres acuerdos que se logren para que en algún momento que no lo respeten, recordarles que existe ese acuerdo.
Es momento de darles más responsabilidad para seguir fomentando su independencia y el respeto por los demás.