Todos los días de nuestra vida respiramos en promedio unas 25,000 veces. Si hacemos mejor algo que repetimos millones de veces al año, podremos mejorar nuestra salud y ayudarnos a prevenir enfermedades.

Juan Diego Calisto, instructor certificado de respiración, quien se ha formado con el especialista irlandés Patrick McKeown, en la certificación internacional de Oxygen Advantage, nos comenta que a través de la respiración podemos tranquilizar nuestra mente y aumentar nuestra concentración.

CÓMO ACTÚA LA RESPIRACIÓN EN NUESTRO ORGANISMO

Para comprender cómo influenciar nuestro cuerpo, mente y emociones a partir de la respiración es importante entender las tres dimensiones de la respiración. La primera es la dimensión bioquímica, que comprende a los gases que utilizamos cuando respiramos, y busca que mantengas un buen nivel de oxígeno (O₂), dióxido de carbono (CO₂) y óxido nítrico (NO).

El oxigeno es fundamental para nuestra vida y para que nuestros órganos funcionen bien, el dióxido de carbono, aunque a veces se piensa que es un gas que no sirve, es elemental para que el oxígeno se pueda distribuir en nuestro cuerpo, el nivel óptimo es de 5%. El óxido nítrico se produce en tus senos paranasales y te protege contra virus y bacterias, también contribuye con la apertura y dilatación de tus vías respiratorias y con la redistribución de la sangre en tus pulmones.

La segunda dimensión es la biomecánica, que involucra a los músculos con los que respiras, como es el caso del diafragma o de los músculos intercostales. La respiración diafragmática lenta activa tu nervio vago y te ayuda a tranquilizarte. Este nervio conecta tu cerebro con tu corazón y tu estómago, activarlo se correlaciona con muchos beneficios para tu salud como la reducción de la frecuencia cardiaca o de la presión arterial.

La tercera dimensión es la coherente, que busca que tu respiración promueva la coherencia de tu corazón, que se logra con un ritmo más lento. Los estudios muestran que entre 4 y 10 respiraciones por minuto te llevan a una zona terapéutica que contribuye con tu bienestar emocional, con la coherencia de tu corazón y ritmo cardiaco.

La tercera dimensión es la coherente, que busca que tu respiración promueva la coherencia de tu corazón, que se logra con un ritmo más lento. Foto: Pexels.
La tercera dimensión es la coherente, que busca que tu respiración promueva la coherencia de tu corazón, que se logra con un ritmo más lento. Foto: Pexels.

CÓMO HACER PARA QUE RESPIRACIÓN CALME NUESTRA MENTE

Para calmar tu mente, busca que tu respiración sea desde la nariz, baja (cuando notas que tu abdómen se expande por ejemplo), y lenta. Si por ejemplo inhalas en cuatro segundos, puedes exhalar en cinco. Hacer que tus exhalaciones sean más largas que tus inhalaciones, activa tu sistema parasimpático, que te ayuda a tranquilzarte.

CÓMO HACER PARA CONCENTRARNOS

Para estar concentrado, puedes respirar desde la nariz y utilizando más el diafragma, esto hará que estés bien oxigenado. Sumado a eso, puedes realizar pequeñas contenciones de respiración, como en la técnica de la caja: inhalas en 3 segundos, contienes 3 segundos, exhalas en 3, y contienes 3 segundos. Repite este ciclo por 5 minutos, y estarás más oxigenado, más tranquilo y con mejor capacidad para concentrarte. Esta técnica se hizo conocida como respiración táctica, porque la utilizaban militares de Estados Unidos.

Puede que cuando realices una técnica, como la de la caja, tengas ganas de exhalar por la boca, si eso sucede, está bien. Porque cuando realizas técnicas puedes explorar lo que te hace bien, exhalar por la boca suele asociarse con liberación de estrés y de tensiones. Pero cuando respires en tu día a día, mantén las recomendaciones que dicen los expertos y estudios a nivel mundial: por la nariz, baja, y lenta.

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