Para muchos es indispensable a la hora del desayuno o buen acompañante de platos como menestras, arroz u otras recetas. Preparar un huevo frito es una tarea simple, pero hacerlo perfecto y sin manchar la cocina de aceite puede resultar más difícil de lo que uno imagina. Para evitar salpicaduras de aceite indeseadas existen algunos trucos que puedes poner en práctica.
Lo primero es utilizar huevos que hayan sido atemperados previamente. Esto significa que no es aconsejable echarlos directamente a la sartén si los tenías en el refrigerador. Esto puede provocar que el aceite salte con más fuerza y podría causarte quemaduras. Déjalos unos minutos fuera de la nevera.
También es importante asegurarse de que la sartén que se utilizará esté completamente seca. Si mezclamos aceite muy caliente con agua, esta última se evaporará de repente. Este cambio de presión es responsable de la ruptura de pequeñas burbujas, que son la causa de las salpicaduras de aceite.
En todo caso, si ya conocías estas recomendaciones, hay un par de trucos más que te pueden servir.
- Añadir sal en la sartén: calienta la sartén sin el aceite y esparce sobre su superficie un poco de sal. A continuación añade el aceite, deja que se caliente, casca el huevo y fríelo. El aceite no salpicará tanto como habitualmente.
- Echar harina en el aceite: calienta el aceite y cuando esté listo para freír añade una pizca de harina. Remueve hasta que se deshaga y añade el huevo. Esta absorberá el agua y se producirán menos salpicaduras.
Incluso si se siguen todas estas recomendaciones, pueden producirse algunas salpicaduras de aceite. Si te resulta un poco molesto, también puedes comprar sartenes de pared alta o incluso tapas especiales para freír alimentos, estas tapas deben estar perforadas para evitar que el vapor se condense durante la cocción.
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