‘Si tuviera más tiempo, podría hacer más cosas’. Muchos padres de familia usan esta frase para justificar su mala distribución de horarios sin darse cuenta de que están heredando este mal hábito a sus hijos.
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En la edición N.º 110 de la revista +Mujer de Trome, el conferencista y educador Jaime Terán afirma que “organizar bien el tiempo es una habilidad que los niños deben aprender desde muy pequeños para cumplir con todas sus actividades y, en el futuro, tener éxito en su vida personal y profesional”.
Enseñarles a distribuir su tiempo no es tan complicado como se piensa. Si no sabes cómo hacerlo, el especialista te guía en ese camino:
1. Sé su ejemplo. Dicen que los hijos son el reflejo de sus padres y es cierto. Si tus pequeños ven que manejas un horario y que te das tiempo para cumplir con todo lo que dices, ellos también lo harán porque dirán: ‘Si mi papá puede hacerlo, yo también’.
2. Elabora un horario. En una hoja escribe las labores que debes hacer toda la semana y dile a tus niños que también lo hagan. Pongan sus horarios en zonas visibles, puede ser en sus habitaciones o en la puerta de la refrigeradora. La idea es que diariamente lo revisen.
Ayuda a tu hijo y dale la libertad de decidir de qué manera funcionan mejor las cosas para él.
3. Dialoga. Habla con tus pequeños sobre las ventajas de organizar su tiempo. Puedes usar frases como: ‘Pepito, si haces tus tareas según tu horario, luego podrás ver tu programa favorito y mañana tu maestra te felicitará por haber cumplido tus deberes’.
4. Haz que dé prioridad a sus cosas. Como aún es pequeño va a querer hacer demasiadas actividades en un solo día, por eso debes enseñarle a dar prioridad. Los puntos que deben estar sí o sí son: tareas del colegio, quehaceres del hogar y tiempo de entretenimiento.
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