La zanahoria es una de las hortalizas más beneficiosas para la salud, pues aporta diversos nutrientes, así como vitamina A y carotenoides. Es uno de los infaltables en la cocina de muchos hogares; sin embargo, cuando se compra en gran cantidad o si se dejan en el verdulero por varios días, tienden a arrugarse y ponerse flexibles. Es aquí donde los trucos de cocina llegan para hacer magia y devolverles su crujiente tan característico.
Al estar en el refrigerador, la humedad daña su aspecto, sabor y textura, por eso tienden a ponerse flácidas y muchos prefieren botarlas antes de usarlas en ensaladas, guisos o sopas.
Cómo revivirlas paso a paso
Un truco de cocina que promete devolverles la vida a tus zanahorias es ponerlas en un baño de hielo en el refrigerador por 1 hora.
Otro consejo que llega desde ‘El diario NY’ consiste en sumergirlas en agua durante al menos media hora (si esperas más tiempo es mejor). No es necesario que las peles y debes usar agua dulce, pues no resultará efectivo si empleas agua salada. Este tip ha sido respaldado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
Qué hacer con zanahorias magulladas
Se pueden recuperar pelando las capas externas y quitando las piezas dañadas con un cuchillo de cocina.
Tips de conservación
- Elige zanahorias firmes con un color naranja uniforme y nunca aquellas que estén blandas o maltratadas.
- De preferencia no las laves hasta que las vayas a consumir.
- Colócalas en una bolsa transpirable en el cajón de alta humedad del refrigerado.
- Si las zanahorias ya están cortadas, guárdalas en agua en el refrigerador.
- Para congelar las zanahorias hay que lavarlas, blanquearlas, dejar enfriar, luego cortarlas y empacarlas en un recipiente o bolsa con cierre hermético.
Trucos de cocina que te ayudarán a ahorrar
Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.