Somos humanos, por lo que es normal sentir enojo, rabia, ira, frustración y ganas de destruirlo todo en determinados momentos que nos hacen perder el control. Lo que no está bien es asumir estas emociones como parte de tu personalidad, arraigarlas hacia ti y volverlas una forma de vida.
El psicólogo Ítalo Arrúe explica que el enojo o la ira es solo la punta del iceberg, y debajo habría sentimientos de dolor, miedo y tristeza. “Muchos asocian sentir tristeza con debilidad, por lo que terminan expresando esa emoción con actitudes agresivas y llenas de rabia. Para trabajar en el control de ira, lo primero que hay que hacer es identificar el detonador”, comenta.
Arrúe señala siete consejos para dominar tu ira:
Deja de decir ‘soy renegona’, ‘soy estresada’, ‘soy irritable’, porque no es verdad. Tus emociones no tienen que definirte.
Tómate unos minutos para respirar y luego responder. Cuando uno está enojado dice cosas explosivas y terminas arrepintiéndote de decirlas. Por eso, es muy importante pensar, procesar, y entender qué vas a responder.
Está comprobado que hacer actividad física ayuda a liberar la carga de estrés reprimida. No dejes de practicar deporte o ejercitar unos minutos al día. Verás cómo te ayudará a estabilizar tu mente.
Destina unos minutos del día a hacer algo que te encanta. No es sano vivir todo el día pensando en trabajar, comer y dormir. Tienes que distraer tu mente con cosas que te roben sonrisas. Solo así conseguirás proteger tu bienestar emocional.
Darse unas pequeñas pausas en el trabajo te ayudarán a regresar a tus labores recontra recargado de energía. No solo serás más productivo o trabajarás con más ganas, sino que liberarás el estrés acumulado a lo largo del día.
Si sigues dándole vueltas al problema sin concentrarte en soluciones, solo estás perdiendo tu tiempo y energías. Siéntate, cálmate, relájate y piensa qué toca hacer ahora. Si el problema tiene solución, trabaja en eso, pero si no tiene... ¿por qué sigues estresándote?
Dicen que el rencor mata el alma y envenena. Si no aprendes a liberarte de esa emoción y perdonas, tu vida estará llena de amargura y condenada al fracaso.
DATITO
Si no regulas la ira y la frustración, tu cuerpo estará produciendo constantemente cortisol y adrenalina, lo que terminará por causarte graves problemas de salud.
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