Buscan la manera de prevenir las enfermedades degenerativas ligadas al envejecimiento.
Buscan la manera de prevenir las enfermedades degenerativas ligadas al envejecimiento.

La gerociencia está movilizada contra los estragos que causa la edad e investiga la manera de prevenir las enfermedades degenerativas ligadas al envejecimiento, para aumentar la cantidad de años en buena forma e incluso la calidad de vida.

“Los avances más recientes permiten entender mejor los procesos moleculares del envejecimiento, lo cual abre camino a intervenciones que buscan retrasarlo”, explica Luigi Fontana, profesor de medicina de la Universidad Washington en Saint-Louis (Misuri, centro).

Sus investigaciones se centran en el efecto contra la vejez que tiene la reducción de la ingesta calórica, que en animales de laboratorio permite prolongar la vida y preservar la salud.

“En los hechos, el envejecimiento es la acumulación del daño de las células debido a trastornos del metabolismo”, resume el investigador. “Según nuestras predisposiciones genéticas, acumulamos más o menos daño en las células”.

La expectativa de vida se ha prolongado significativamente en el último siglo, gracias sobre todo a los progresos en la higiene y el descubrimiento de vacunas y antibióticos.

Pero al vivir más tiempo desarrollamos enfermedades que son resultado del deterioro celular, como el cáncer y las degeneraciones musculares y neurológicas. Y esto se agrava si la alimentación no es sana y no se practica ejercicio, destaca Fontana.

“Con nuestros estudios sobre animales sabemos que estas alteraciones se pueden prevenir o enlentecer”, asegura.

“Podemos manipular los genes y crear ratones transgénicos que viven 60% más tiempo, e incluso el doble en el caso de un pequeño gusano llamado C. elegans, y con mucha mejor salud”, prosigue Fontana.

Detalló que, al reducir las calorías que se ingieren, se producen en estos genes efectos similares sin necesidad de manipularlos directamente. Tales genes también están presentes en los humanos.

El científico prepara entonces una prueba clínica que hará ayunar a los voluntarios durante dos semanas.

“Estamos intentando demostrar que ayunar durante dos semanas cada cinco años activa los procesos genéticos que permiten limpiar el organismo”, porque las células se dedican a quemar los residuos acumulados para producir energía, explica.

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