Un sombrero, su antigua guitarra y unos lentes de sol es lo único que don Eduardo Guzmán (73) necesita para trabajar. Desde hace seis años, este hombre recorre la playa Pescadores, en Chorrillos, para amenizar con valses y boleros los días de playa de centenares de bañistas.
Lo encontramos junto a su amigo Willi Rosas (70), armando la jarana frente al mar.
¿Cuántas horas canta al día?
Seis horas. De 12 a 6 de la tarde.
¿Qué género de música toca?
Sé todo tipo de canciones. Pero aquí en la playa me piden boleros, valses, sobre todo los turistas que quieren conocer nuestra cultura musical.
¿Qué canción canta a los turistas?
‘Sobre mi pecho/yo llevo tus colores/Y están mis amores contigo Perú… Somos tus hijos y nos uniremos/y seguro que triunfaremos contigo Perú’ (responde don Lalo, cantando). Ese tema me lo piden un montón. También ‘La flor de la canela’, ‘Y se llama Perú’, varias veces. Los turistas saben más canciones peruanas que nuestros jóvenes, creo.
Antes de tocar en esta playa, ¿dónde se presentaba?
Haces como 20 años tocaba en ‘El puente de los suspiros’, en Barranco. Ahí cantaba y tocaba mi guitarra junto a un grupo, pero lo dejé porque no me pagaban muy bien.
Por eso vino a la playa. ¿Los bañistas aprecian más su música?
Antes de venir a Chorrillos, he viajado con la música. Estuve en la selva, en Chiclayo, en Tumbes y hasta en Ecuador. En ese país aprendí a cantar guarachas cubanas.
¿Conoció algún artista de la música criolla?
Por supuesto. He conocido al maestro Óscar Avilés, al gran ‘Zambo’ Cavero. He tenido la oportunidad de tocar con ellos.
¿Cómo lo conocen en el ámbito artístico?
Me conocían como ‘Lalo del Perú’.
¿Y cómo decide cantar frente al mar?
Me di cuenta que aquí viene la gente a relajarse y qué mejor que escuchar un vals o bolero frente al mar con la caída del sol. Es un bonito escenario que le gusta a muchos.
Seguro que muchas parejas que llegan a la playa le piden que les cante…
Sí, y me doy cuenta cuando son parejas oficiales o son trampas.
¿Cómo nota la diferencia?
Cuando está con la trampa… están solos, sin hijos y bien camuflados a un lado de la playa. Cuando el caballero viene con la esposa, lo hace con los hijos, la suegra, la cuñada, con toda la familia, y ellos piden canciones jaraneras.
¿Y cómo cuida su voz?
Invierto en ella. Cada tres meses pago mi consulta al otorrino para que me revise el oído y la garganta.
¿Tiene hijos?
Tengo ocho hijos. Todos profesionales, pero yo vivo solo. Y, aunque ellos me dicen que ya no trabaje, lo hago porque me gusta.
Y porque también se gana alguito…
Sí, claro. La gente me apoya con una colaboración.
¿Cuánto recauda al día?
Es relativo, puedo llegar a a 50 soles en un buen día.
¿Solo canta aquí, en la playa, o también tiene presentaciones?
Siempre estoy aquí, menos los martes y sábados. También doy serenatas. Muchas veces han venido a buscarme para llevarme a la casa de alguna dama y cantarle en la puerta.
¿Solo lo ubican en esta playa?
También pueden llamarme al 9626-83192.
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Un sombrero, su antigua guitarra y unos lentes de sol es lo único que don Eduardo Guzmán (73) necesita para trabajar. Desde hace seis años, este hombre recorre la playa Pescadores, en Chorrillos, para amenizar con valses y boleros los días de playa de centenares de bañistas.
Lo encontramos junto a su amigo Willi Rosas (70), armando la jarana frente al mar.
¿Cuántas horas canta al día?
Seis horas. De 12 a 6 de la tarde.
¿Qué género de música toca?
Sé todo tipo de canciones. Pero aquí en la playa me piden boleros, valses, sobre todo los turistas que quieren conocer nuestra cultura musical.
¿Qué canción canta a los turistas?
‘Sobre mi pecho/yo llevo tus colores/Y están mis amores contigo Perú… Somos tus hijos y nos uniremos/y seguro que triunfaremos contigo Perú’ (responde don Lalo, cantando). Ese tema me lo piden un montón. También ‘La flor de la canela’, ‘Y se llama Perú’, varias veces. Los turistas saben más canciones peruanas que nuestros jóvenes, creo.
Antes de tocar en esta playa, ¿dónde se presentaba?
Haces como 20 años tocaba en ‘El puente de los suspiros’, en Barranco. Ahí cantaba y tocaba mi guitarra junto a un grupo, pero lo dejé porque no me pagaban muy bien.
Por eso vino a la playa. ¿Los bañistas aprecian más su música?
Antes de venir a Chorrillos, he viajado con la música. Estuve en la selva, en Chiclayo, en Tumbes y hasta en Ecuador. En ese país aprendí a cantar guarachas cubanas.
¿Conoció algún artista de la música criolla?
Por supuesto. He conocido al maestro Óscar Avilés, al gran ‘Zambo’ Cavero. He tenido la oportunidad de tocar con ellos.
¿Cómo lo conocen en el ámbito artístico?
Me conocían como ‘Lalo del Perú’.
¿Y cómo decide cantar frente al mar?
Me di cuenta que aquí viene la gente a relajarse y qué mejor que escuchar un vals o bolero frente al mar con la caída del sol. Es un bonito escenario que le gusta a muchos.
Seguro que muchas parejas que llegan a la playa le piden que les cante…
Sí, y me doy cuenta cuando son parejas oficiales o son trampas.
¿Cómo nota la diferencia?
Cuando está con la trampa… están solos, sin hijos y bien camuflados a un lado de la playa. Cuando el caballero viene con la esposa, lo hace con los hijos, la suegra, la cuñada, con toda la familia, y ellos piden canciones jaraneras.
¿Y cómo cuida su voz?
Invierto en ella. Cada tres meses pago mi consulta al otorrino para que me revise el oído y la garganta.
¿Tiene hijos?
Tengo ocho hijos. Todos profesionales, pero yo vivo solo. Y, aunque ellos me dicen que ya no trabaje, lo hago porque me gusta.
Y porque también se gana alguito…
Sí, claro. La gente me apoya con una colaboración.
¿Cuánto recauda al día?
Es relativo, puedo llegar a a 50 soles en un buen día.
¿Solo canta aquí, en la playa, o también tiene presentaciones?
Siempre estoy aquí, menos los martes y sábados. También doy serenatas. Muchas veces han venido a buscarme para llevarme a la casa de alguna dama y cantarle en la puerta.
¿Solo lo ubican en esta playa?
También pueden llamarme al 9626-83192.
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