
En lo que va del año, 78 niños y adolescentes han sido asesinados, según estadísticas del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) del Ministerio de Salud. Y no es que haya un asesino de menores suelto por ahí, se trata de un problema mucho más complejo que tiene que ver con chicos envueltos en hechos delictivos, sean robos, asaltos o sicariato, pues este alarmante récord coincide con reportes policiales que evidencian el incremento del reclutamiento de jóvenes por bandas criminales para cometer delitos.
¿Qué deben hacer los padres?
La psiquiatra Giovany Rivera Ramírez destaca que la vigilancia y el acompañamiento deben estar presentes desde la infancia, basados siempre en la confianza y el respeto.
“Si no hemos estado cerca cuando eran niños, difícilmente podremos retomar ese control en la adolescencia”, advierte.
Agrega que es fundamental que los padres practiquen la escucha activa, transmitan valores, enseñen límites y muestren que cada acción tiene consecuencias, tanto positivas como negativas. Además, deben tener claro que son modelo de conducta, lo que influirá en sus hijos.
Respecto a las amistades poco sanas, la experta recomienda no prohibirlas, ya que esto puede agravar la situación. En cambio, sugiere conocer a los amigos y a sus padres. Si el problema se intensifica, lo ideal es buscar ayuda profesional.
DATITO
Lima Metropolitana concentra cerca del 35% a 40% de los homicidios de menores de edad. Le siguen La Libertad, Callao, Piura e Ica.









