Las bromas forman parte de la rutina con tu pareja, hacen que se rían juntos y pasen momentos agradables. Pero cuando estas empiezan a lastimarte, se convierten en una 'violencia invisible' (no te deja moretones en la piel, pero sí en el alma).
En estos casos, Angie Palomino, coach emocional y conductora de Radio Corazón, aconseja no quedarse callada ni justificar a la pareja diciendo que 'es su manera de querer' o 'es parte de su personalidad'.
"La mujer debe quererse a sí misma y no permitir que nadie se burle de ella. Si tu galán hizo bromas que te hicieron sentir mal, habla con él y exprésale tu malestar. Si callas, pensará que sus comentarios son graciosos y no te afectan. Es mejor que dejes tu punto de vista bien claro para que, más adelante, no haya malentendidos ni rencores", señala la especialista.
¿POR QUÉ LO HACE?
Puede que haga bromas de mal gusto porque creció en un ambiente donde eran comunes o porque actualmente, algo no está andando bien en la relación. Pregúntale qué está pasando y hazle ver que sus comentarios te están lastimando. No grites ni te pongas sarcástica. Si él te quiere, te comprenderá e intentará moderarse.
FRENTE A LOS AMIGOS
Cuando estas bromas se dan en una reunión con amigos, hay que ser prudentes y no discutir frente a ellos. En ese momento, puedes mostrar una leve sonrisa o ignorar el comentario. Pero eso no significa que quede ahí todo. Al llegar a casa, conversa sobre el tema con tu pareja para que no vuelva a ocurrir.
BUENA TERAPIA
Puedes poner en práctica el 'juego de roles', donde invitas a tu pareja a ponerse en tu lugar. Pregúntale cómo se sentiría si tú le haces la misma broma que él te jugó. No le exijas que te responda en ese instante. Dile que lo piense y, luego, conversarán sobre el tema. Deja pasar unos o dos días y pídele su respuesta. Esta terapia -asegura Palomino- los ayudará a comprenderse mejor.
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