En esta etapa previa al el fútbol provoca la liberación de endorfinas y aumenta el bienestar emocional. Sin embargo, dependiendo de la personalidad del hincha, estas emociones podrían variar e impactar en su salud mental.

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“El hincha y el fanático son dos personajes completamente diferentes. El ser hincha de un equipo o de un deporte va a despertar y generar emociones positivas y conductas adaptativas de desarrollo, mientras que el fanatismo podría llevar hacia conductas desadaptativas o negativas”, explica Mario Reyes-Bossio, especialista en psicología deportiva y docente investigador de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).

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Cuando el ser humano ve satisfechas sus innatas (competencia, autonomía y relaciones), se siente más motivado. Pero un resultado adverso, en algunas personas, podría ocasionar sentimientos de frustración, rabia, ansiedad, estrés e incluso problemas cardiacos e insomnio.

CONSEJOS

Estos meses previos al repechaje podrían generar cierta tensión y ansiedad al no saber el resultado. ¿Cómo controlar esas emociones?

♦Entiende que se trata de una competencia. Se gane o se pierda, eso no debe afectar tu vida cotidiana.

♦Controla tus emociones, no te dejes absorber por la incertidumbre y frustración, mejor disfruta esta bonita experiencia.

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El diálogo interno es normal, pero se convierte en un problema cuando empezamos a cuestionarnos de todo y eso afecta nuestro estado emocional, pues la queja nunca será la solución.

Lo primero que debes hacer es detectar si te quejas todo el día. Foto: iStock.
Lo primero que debes hacer es detectar si te quejas todo el día. Foto: iStock.

‘Por qué la vida no me premia y a los demás sí’, ‘el mundo está en mi contra’ o ‘estoy harta de todo’, son frases que muchas personas suelen repetir a diario, sin darse cuenta de que se están desgastando emocionalmente y pueden caer en la depresión, estrés, ansiedad, negativismo, pesimismo e incertidumbre.

Para la psicóloga y psicoterapeuta Rosa Tenazoa, quejarse de la vida todo el tiempo indica que algo no está bien en nuestro interior y eso hace que no podamos disfrutar el ahora a plenitud. “El diálogo interno es normal, pero se convierte en un problema cuando empezamos a cuestionarnos de todo y eso afecta nuestro estado emocional, pues la queja nunca será la solución”, alerta la especialista.

QUÉ HACER

♦Primero detecta si te quejas todo el día. Es normal hacerlo en algún momento, pero cuando es constante se convierte en un problema.

♦Luego identifica qué temas te producen las quejas (casa, salud, trabajo, familia, amor). Trata de ser lo más específico posible. Por ejemplo, si te molesta la familia, pregúntate: ¿es un miembro de la familia?, ¿es toda tu familia? Así encontrarás una solución.

♦Si no puedes resolverlo tú mismo, busca la ayuda de un especialista, es esencial que aprendas a disfrutar lo que tienes ahora.

SABÍAS QUE...

A veces la queja es una conducta aprendida. Tal vez la hemos escuchado desde pequeños de los padres, de algún familiar o de otras personas.

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