Con el objetivo de promover la conservación y protección del árbol de la quina, que forma parte del Escudo Nacional como representante de nuestra riqueza vegetal, la Municipalidad de San Isidro plantó el año pasado 45 quinas en las áreas verdes de la comuna.
Hoy estos emblemáticos árboles, procedentes de Jaén-Cajamarca con un tamaño que oscilaba entre los 5 y 7 centímetros de altura, tienen a la fecha un crecimiento de 98 centímetros y un año de vida en el distrito. Con ello, la municipalidad quiere también conmemorar los 200 años de la Independencia del Perú, por eso rescató rescatar su valor histórico, económico, cultural y medicinal.
Adaptación al clima limeño
Debido a que estas plantas crecen en ceja de selva, en San Isidro vienen siendo acondicionadas bajo técnicas de adaptación a las condiciones climáticas y del suelo de nuestra capital. Esta planta requiere una adecuada preparación del suelo y protección contra la brisa del mar y los rayos ultravioleta.
Para la adaptación de plantas de la quina en Lima, fue necesario que especialistas forestales tuvieran un profundo conocimiento de su silvicultura, como el manejo del suelo con buen porcentaje de materia orgánica, PH ácido, buen drenaje, viento, agua y luz difusa.
Las quinas han sido colocadas bajo una planta nodriza y mientras se adaptan están protegidas con malla raschel. Respecto al riego, este debe por gravedad, de forma controlada, teniendo cuidado de no mojar las hojas.
¿Dónde están ubicados?
Ocho de estas cuarenta y cinco quinas, han sido plantadas en suelo definitivo, en distintos puntos del distrito; y continúan desarrollándose favorablemente: 02 en el parque República de Panamá, 05 en el vivero de la costa verde y 01 ejemplar en el Parque Bicentenario.
Importancia
El árbol de la quina que destaca, principalmente, por sus propiedades medicinales al cobrar fama mundial por haber un tratamiento eficaz contra la malaria, hoy lucha por sobrevivir. Por ello, en San Isidro contaremos con árboles de la quina en los parques más representativos del distrito, fortaleciendo, de esta manera, nuestra identidad nacional, revalorando al emblemático árbol peruano.
