Para esos días en que llegas agotada a casa y te duelen todas las partes del cuerpo, un masaje relajante es lo mejor. Pero esta práctica no debe verse como un engreimiento. La licenciada Rocío Salas, fundadora del centro ‘Hands On Bodywork’, explica que, además de aliviar las tensiones, los masajes permiten:
1. Mejorar la circulación sanguínea, permitiendo así una buena distribución de vitaminas, minerales y oxígeno a las células, tejidos y demás órganos.
2. Promueven la respiración profunda y lenta, lo que aumenta el nivel de oxígeno en el cuerpo. Esto contribuye a disminuir la ansiedad.
3. Terminan con las contracturas, problemas musculares que son provocados por el estrés, movimientos bruscos o una mala postura prolongada.
4. Ayudan a liberar más endorfinas. La sensación agradable del tacto produce las hormonas del bienestar en el cuerpo, que también son liberadas al hacer ejercicio.
5. Mejoran la flexibilidad. Por ejemplo, la de nuestros músculos, ligamentos, tendones y aceleran la recuperación de tendinitis y otras lesiones
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