No es lo mismo maquillarse para el día que salir por la noche. Es un auténtico arte y no todas tenemos la destreza de un maquillador profesional, menos aún en horas de la mañana.
Sin embargo, el secreto de este maquillaje está en realzar tu belleza, destacando lo mejor ti y disimulando rápidamente los defectos. A esto se le denomina el efecto 'buena cara'.
Aquí tienes todos los trucos para sacarte el mejor partido.
BASES Y POLVOS
No está pensado para cambiar el color de tu tez, sino para igualarlo. Por eso, debe ser lo más parecido al color de tu piel. Evita las bases demasiado claras u oscuras, que restan luminosidad y viveza.
SOMBRAS DE OJOS
No debe ser del mismo color que de tu pupila ya que entonces, en lugar de realzarla, la apaga. Lo ideal es elegir un tono opuesto: fríos para ojos oscuros (negros, pardos y marrones) y cálidos para ojos claros (azules y verdes). No olvides la máscara de pestañas.
RUBOR
Su función es dar luz e iluminar, evitando que se note. Para un aspecto más natural y saludable, usa tonos rosados y date un brochazo también en la frente, la nariz y el mentón. Recuerda que los tonos irisdiscentes, con toques dorados, hay que reservarlo para la noche.
LABIAL
De día, usa un brillo de labios suave, ligeramente coloreado. Protege y te dará un toque muy fresco y natural al rostro. Solo para cuando sales de noche y quieres dar una imagen más sofisticada, puedes atreverte con una barra de labios en tonos fuertes.
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