Si tu cara está opaca, áspera y te han empezado a salir puntos negros, es hora de que te hagas una limpieza profunda de cutis. Esta te ayudará a eliminar impurezas y las células muertas acumuladas en tu piel.
Puedes ir al salón de belleza, pero también puedes hacerlo en la comodidad de tu hogar. ¿Cómo? A continuación te damos una sencilla y efectiva rutina:
Primer paso: Retírate todo el maquillaje del rostro y luego lávate con agua y jabón. No utilices el de tocador porque es muy agresivo para tu cutis. Sécate con cuidado.
Segundo paso: Date un baño de vapor. Para ello, calienta agua en una olla y cuando hierva agrégale manzanilla o té verde. Sácala del fuego y coloca tu cara encima de la olla (no te acerques demasiado porque puedes quemarte) y tápate con una toalla. Entre 2 y 4 minutos serán suficientes para que se abran tus poros.
Tercer paso: Exfolia tu piel. Puedes hacerlo con el producto de tu preferencia u optar por una mascarilla casera. Aplícate el exfoliante y empieza a dar masajes circulares (no sobes bruscamente) unos tres minutos. Enjuágate con agua bien fría para cerrar los poros.
Cuarto paso: Una vez que tu cutis esté limpio, utiliza una crema hidratante para culminar tu limpieza profunda. Ahora sí, tu rostro lucirá más luminoso y suave. De preferencia, haz esta rutina antes de acostarte.
Sabías que: La limpieza profunda debes hacerla cada 15 días. Si eres constante, notarás grandes cambios en tu piel.
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