Las madres son pieza fundamental para un embarazo saludable; sin embargo, en ocasiones, el cuidado en esa etapa para prevenir complicaciones futuras, con alimentación saludable, completando su esquema de vacunación u otras prácticas sanas, no garantizan que no tenga un parto prematuro.
El 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro y, de acuerdo con el Sistema de Registro del Certificado de Nacido Vivo en Línea del Ministerio de Salud, de enero a octubre de este año, se reportaron 27,383 nacimientos prematuros, lo que representa un ligero aumento del 0.10 % en comparación con el año pasado.
Para Pamela Muñoz, Neuróloga pediatra de la Clínica Ricardo Palma, estas cifras son alarmantes, ya que muchos de los neonatos que sobreviven sufren algún tipo de discapacidad de por vida, principalmente relacionadas con el aprendizaje, problemas visuales y auditivos.
Por ello, un diagnóstico o tratamiento adecuado podría salvarle el futuro a su bebé. Existen dos tipos de prematuros. Los que nacen antes de las 40 semanas y los neonatos de 28 semanas. Al tener un cerebro muy pequeño, no pasa por la proliferación de las neuronas, lo que dañaría el sistema neuronal.
La especialista aconseja, que si tiene un bebé prematuro es importante evaluarlo cada mes durante un año y el médico le indicará el tratamiento a seguir.
Si en ese tiempo, el menor no ha podido gatear, caminar o hablar, debe haber un seguimiento durante los siguientes cuatro años para conocer si no hay riesgos con múltiples consecuencias, desde impedimentos físicos, deficiencias visuales o auditivas, enfermedades pulmonares crónicas, hasta discapacidades motrices de origen neuronal como la parálisis cerebral.
“Muchos padres creen que al nacer su hijo ya se acaba todo. Ser un niño prematuro corre muchos riesgos, incluso en la misma adolescencia, debido a que puede haber hiperactividad, mala memoria, baja concentración, etc.
La experta menciona que si bien nada asegura que la madre complete sus 40 semanas, existen algunas causas que pueden poner en riesgo una prematuridad.
Por ejemplo, si la madre padece de diabetes, una mujer añosa (pasó los 36 años), embarazos múltiples, infecciones urinarias, no asistir a los controles y ecografías y antecedentes.
Con el objetivo de concientizar a la población sobre el respeto y atención de la prematuridad, el Minsa lanzó una campaña bajo el lema “Con apego y amor haremos su futuro mejor”.
En esa línea, el Componente Neonatal de la Dirección de Intervenciones por Curso de Vida y Cuidado Integral del Minsa realizará una “Jornada Científica” del 14 al 16 de este mes, orientada a fortalecer competencias del profesional de la salud.
Asimismo, este 17 de noviembre se realizará la iluminación del frontis de la sede del Minsa, de los hospitales más representativos y con mayor atención de recién nacidos prematuros, así como de las sedes de la gobernación, Diresa, Gore y otras instituciones.
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