Los padres se desesperan cuando ven que sus bebés no gatean, piensan que si no lo hacen, su desarrollo psicomotriz se verá afectado.
Tranquilos, no hay que preocuparse tanto. Para el pediatra José Recoba, el gateo puede ayudar al niño a mejorar su coordinación, a reforzar sus piernas y brazos y a reducir las posibilidades que se golpee la cabeza (ante un caída, rápidamente pone sus manos).
Sin embargo, esto también lo puede aprender cuando empiece a caminar. Por eso, no es indispensable el gateo. Si el niño no lo hace, no es necesario que asista a programas de estimulación temprana o terapia.
MOTÍVALO
Si quieres que tu retoño gatee, ponte en el suelo con él y jueguen. Así comparten espacio y tiempo juntos. Sin darte cuenta empezará a desplazarse usando sus piernas y brazos. Al verlo no grites o corras a cargarlo, puede asustarse y no volver a hacerlo. Mantén una actitud vigilante para evitar que se golpee y agarre cosas que puedan lastimarlo.
MAYOR LIBERTAD
Cuando el bebé empieza a desplazarse, ya sea gateando o caminando, su capacidad de exploración e independencia despierta. Ya no dependerá al 100% de sus padres. Si quiere un juguete, puede moverse e ir a buscarlo. Si se aburre en un sitio, puede ir a hacer otra cosa.
Sabías que: La falta de gateo no es síntoma de que el bebé tenga algún problema neurológico.
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