El escritor y dramaturgo peruano Manuel Ascencio Segura y Cordero (1805-1871), quien nació un día como hoy de hace 225 años, es considerado como el creador o padre del teatro nacional peruano.
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Contemporáneo del también escritor y dramaturgo Felipe Pardo y Aliaga (1806-1868), hoy cada uno con un teatro a su nombre en Lima, discrepaban por su estilo y por su visión del país y del arte.
Manuel Ascencio Segura. Foto: Internet.
Ascencio Segura, autor de una mayor cantidad de obras de teatro que su oponente, utilizaba un lenguaje popular y criollo, y sus personajes eran ‘de la vida real’ que, al hablar como el pueblo, mostraban cómo era la sociedad.
En cambio, Pardo y Aliaga -autor de la pieza teatral ‘Frutos de la educación’ (1830) y del cuento ‘El viaje del niño Goyito’ (1840)- tenía una postura conservadora y moralista, al criticar las costumbres populares ‘bárbaras’ y considerar al teatro como un medio para educar y moralizar.
Felipe Pardo y Aliaga. Foto: Internet.
Llevaron su enfrentamiento a la prensa, donde Ascencio Segura satirizaba el moralismo de Pardo y Aliaga, y este cuestionaba la falta de cultura del pueblo reflejado en las obras de su antagonista.
A su estilo, Ascencio Segura y Pardo y Aliaga se burlaban de los vicios de la sociedad peruana, el primero ‘a nivel’ y el segundo ‘de lo alto’, señala el investigador Maurilio Arriola.
DATITO
Manuel Ascencio Segura -representante del costumbrismo- escribió obras que, como ‘El sargento Canuto’ (1839), una sátira de los militares de la época, y ‘Ña Catita’ (1845), retrato de la sociedad limeña con personajes como la vieja chismosa Ña Catita, reflejaron la vida cotidiana y las costumbres del siglo XIX. Esto lo hizo el preferido entre el público de la época que valoraba su crítica social y política con curiosos personajes y situaciones reales que la gente veía en su vida diaria.
