Zoom, Google Meet, Jitsi, Hangout y tantas plataformas digitales siguen contribuyendo a que miles de colegios y profesores del Perú continúen brindando enseñanza de manera remota. Sin embargo, muchas veces las clases virtuales se ven vulneradas debido a que la privacidad de estas herramientas son hackeadas por inescrupulosos desconocidos.
Para que las aulas digitales sean seguras, Jorge Zeballos, gerente general de ESET Perú brinda algunos consejos para proteger las clases de los estudiantes utilizando Zoom:
La función Sala de espera deja fuera a todo infiltrado que se supone no debe asistir a la clase. Por eso, los padres de familia no deben enviar los links de las reuniones escolares a usuarios desconocidos que pueden mostrarse ante cámaras y realizar actos obscenos ante los menores.
“Cuando se crea la reunión, Zoom muestra dos opciones: Aceptar a todos los participantes o usuarios invitados únicamente, esto puede habilitarse para cada clase”, menciona el experto.
¿Es posible bloquear una sesión que ya ha sido iniciada? La respuesta es sí. Mientras los participantes vayan ingresando, el docente debe comprobar que se trata de un alumno y no de un desconocido. Esta función se habilita yendo a la venta emergente Participantes y haga clic en el botón Bloquear reunión.
Gracias al uso compartido de la pantalla, los estudiantes remotos podrán visualizar el escritorio del ordenador de su docente. Sin embargo, si es necesario que los alumnos compartan su trabajo con el grupo, los profesores pueden permitirlo.
Los profesores pueden bloquear el uso del chat de clase para que los alumnos no puedan enviar mensajes privados al resto. Esta práctica ayuda a evitar interrupciones y así los menores puedan seguir interactuando con el educador, pero mediante la cámara y su micrófono.
Tenga en cuenta que los padres de familia y profesores no deben publicar imágenes de sus clases virtuales en redes sociales, ni en que colegio estudian los menores. Y aunque es emocionante compartir el entusiasmo cuando sus hijos realizan exposiciones o se vuelven ‘mini’ chefs, lo recomendable es evitar sobreexponerlos ante un pedófilo o ciberdelincuente.
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