es actualmente la mejor jugadora del peruano. Sus innumerables títulos individuales y a nivel de selección le han otorgado un merecido prestigio en el deporte de los mates. A sus 20 años es todo un ejemplo de disciplina y perseverancia.

¿Qué se siente ser hoy la mejor voleibolista del país?

Es un orgullo y una responsabilidad que las personas reconozcan mi trabajo. Trato de mejorar en cada entrenamiento y siempre agradeciendo a Dios.

Tus mates son imparables, ¿por qué?

Todo es cuestión de práctica y dedicación. Siempre trato de seguir mejorando en mis mates, no me conformo.

En los partidos tú animas a tus compañeras. ¿Quién te anima a ti?

Mi hermana y mi mamá son las personas que más me impulsan a hacer un buen partido.

¿Cómo te llevas con tus compañeras?

Muy bien. Somos muy unidas y formamos un gran equipo. Nos ayudamos mutuamente y tratamos de dar lo mejor en cada juego.

Al final de un partido ganado te vemos llorar. ¿Qué sientes?

Mucha emoción. Cada vez que gano un partido importante, tanto con mi equipo (San Martín) como con mi selección, se me salen las lágrimas. Es por la alegría del esfuerzo que hacemos cada una de nosotras.

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