La vemos cada noche como Lucero en la telenovela “Solo una madre”, luchando por su hijo y debatiéndose entre dos amores; pero en la vida real, Andrea Luna es una chica que irradia felicidad y seguridad en sí misma, pues quiere actuar en el extranjero y ya se está presentando a castings para conseguirlo.
¿Cómo te defines?
Soy una chica supertrabajadora, esforzada y feliz, a la que le gusta mucho aprender.
¿Serías madre soltera?
Sí, ¿por qué no?
¿Alguna vez estuviste entre dos amores?
En una relación, no; pero sí me han gustado dos chicos.
Si en la vida real estuvieses en el lugar de Lucero, ¿con qué pareja te quedarías?
Con ninguno de los dos, porque las mujeres podemos salir adelante solas.
¿Cómo te ves dentro de cinco años?
Haciendo películas en otro país. En unos meses viajaré a Colombia y México a realizar algunos castings, porque quiero hacer cine fuera.
¿Qué tipo de películas te gustan?
Veo de todo, pero me encanta cómo maneja el melodrama Almodóvar (cineasta). Me encantaría ser una chica Almodóvar.
¿Con qué te relajas?
Por las noches tomo una copa de vino cabernet seco y leo un libro o veo películas.
¿Qué es lo peor que te ha pasado en una cita?
Que no hay tema de conversación y me aburro.
¿A dónde te gustaría viajar?
No conozco Europa, planeo ir muy pronto.
Si tuvieras que llevar solo una cosa a una isla desierta, ¿qué sería?
Llevaría un libro de crímenes, me encanta. Ahorita estoy leyendo ‘Crímenes directos’.
¿Eres celosa?
Trato de no serlo... un poquito quizá.
¿A qué actriz admiras?
Amo a Sofía Rocha.
¿Te arrepientes de algo?
No, porque siempre se aprende de todo.
Si te concedieran tres deseos, ¿qué pedirías?
Que mis padres nunca se alejen de mí, viajar pero regresar siempre a mi país y tener amor.
¿Cuál es el mayor logro de tu vida?
Ser actriz, porque me ha costado mucho lograrlo. Pronto protagonizaré la película ‘Sangre, grita, late’ de Aldo Miyashiro.
¿Cómo va tu relación con Pietro Sibille?
Muy bien.
¿Qué no le perdonarías a tu pareja?
Una infidelidad.
¿Cuál es el peor regalo para ti?
Peluches.
Tu momento más feliz...
Cuando viví sola en Nueva York, fue emocionante.