El agua de arroz nos ofrece muchas bondades. Entre ellas está dar más energía al organismo, aliviar la diarrea, mantener una piel saludable y hacer que tu cabello tenga un brillo envidiable.

Pero ¡cuidado! no estamos hablando del agua en la que has lavado el arroz antes de cocinarlo, sino de aquella que se obtiene al hervirlo. Es decir, colocas en una olla media taza de arroz con dos de agua, lo cuelas y el líquido que quede lo utilices.

Esta agua blanca contiene inositol, compuesto que promueve el crecimiento de las células, retrasa el proceso de envejecimiento y estimula el flujo sanguíneo, lo que ayuda a disminuir la apariencia de los poros abiertos y le da más vitalidad al rostro.

¡Qué esperas! Cocina un poco de arroz, no te arrepentirás de los grandes beneficios que te brindará. Además, no te tomará mucho tiempo hervirlo. Acá te pasamos los mejores usos:

1. Piel tersa

Moja un algodón en el agua de arroz y pásalo sobre tu rostro previamente lavado. Es muy eficaz para retirar las células muertas y darle más tonicidad a la piel. De preferencia hazlo por las noches y dándote unos suaves masajes circulares.

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2. Cabello brilloso

Después de lavarte el cabello enjuágate con el agua de arroz. Hazlo al menos 5 veces a la semana y en un mes tendrás resultados favorables. Lucirás un cabello suave y brillante, y lo mejor de todo es que las hebras de tu melena se habrán fortalecido.

3. Irritación de la piel

Si fuiste a la playa y expusiste mucho tu piel al sol, llegando a casa pásate por todo el cuerpo un paño humedecido en agua de arroz (si puede enjuágate el cuerpo con ese líquido). Verás que te sentirás más fresca.

4. Alivia el acné

El agua de arroz es desinflamatoria, secativa y puede ayudar –de manera natural- a que esos molestos granitos desaparezcan rápidamente. Lávate todas las mañanas con dicha agua y al cabo de unas semanas verás que el acné está desapareciendo.

5. Calma la diarrea.

Toma un vaso de agua de arroz cada hora (o cada vez que desees) para que alivies la diarrea y te mantengas hidratado. No le agregues azúcar ni otro edulcorante. Si no te pasa, acude de inmediato al médico para que dé un tratamiento adecuado.

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