Seguro hemos escuchado en las noticias que hay jovencitas que son ‘pepeadas’ en fiestas de ‘amigos’. Esto nos hace pensar en la seguridad de los adolescentes, quienes actualmente se van de juerga hasta el día siguiente y los padres o no saben o no dicen nada.
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Para la psicobioterapeuta Mary Cruz Jiménez, las fiestas son un modo de sociabilizar y relajarse, pero si los chicos no toman las medidas de precaución necesarias y los progenitores no cumplen su rol protector, esa noche de desenfreno puede traer consecuencias indeseables y, en el peor de los casos, trágicas.
Tomando en cuenta que, en esta clase de reuniones, las chicas suelen ser más vulnerables de sufrir este tipo de ataque (para aprovecharse sexualmente de ellas), que los varones (los cuales generalmente son víctimas de ‘las peperas’ que tienen el objetivo de robarles), la experta aconseja que antes de decirle a tu hija cómo cuidarse o qué cosas debe y no debe hacer en una reunión con sus amigos, empieza por dejarle en claro cuáles son las reglas y límites en casa.
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SI IRÁ A UNA FIESTA...
♦Conoce a qué tipo de fiesta y dónde será. Además, pídele que deje el número telefónico de algunos de sus amigos o del dueño de la casa donde se realizará.
♦Habla y dile que tome ciertas precauciones, porque uno no sabe si entre los invitados habrá alguna persona malintencionada. Por ejemplo, cuando vaya al baño es mejor que no deje su vaso con bebida en la mesa o barra: que termine todo o cuando regrese, que pida otra bebida.
♦Recálcale que cada acción trae consecuencias y que uno debe asumir las responsabilidades.
♦Limita un horario de llegada y recuérdale que no debe pasarse de esa hora, de lo contrario, habrá una sanción.
CONSEJO CLAVE
Si sale con el argumento: ‘A mis amigos les dejan quedarse en otras casas, por qué tú no quieres’, simplemente respóndele: ‘Soy tu madre (o padre), estás bajo mi techo y aquí hay reglas que se respetan. No sientas que eres la mala (o el ‘malo’) de la historia, estás haciendo lo correcto por su bienestar.
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