Las huellas dactilares no están ahí solo para que los policías puedan identificar a los delincuentes. La principal función de las crestas y surcos de la yema de nuestros es detectar texturas finas y objetos diminutos al tacto. Aquí algunas curiosidades que quizá no sabías.

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1. Se forman antes de nacer. Entre el segundo y sexto mes de embarazo.

2. Son únicas. No existen dos huellas dactilares iguales.

3. No son solo genéticas. Su formación también depende del ambiente: la presión del feto, los golpecitos contra el vientre de la madre, su posición o incluso la presión sanguínea pueden condicionarlas.

4. Aunque no hay dos tipos de huellas iguales, se conocen cuatro patrones comunes. Algunos son más típicos que otros, pero pueden aparecer en bucle (65%), en espiral (30%), y en arco y arco entoldado, ambos 5%.

Se conocen varios patrones. Foto: ¡Stock.
Se conocen varios patrones. Foto: ¡Stock.

5. No son los simios, sino los koalas los que tienen huellas dactilares increíblemente parecidas a las nuestras. Solo hay una diferencia, el koala tiene dos pulgares y nosotros no.

6. Ni siquiera los gemelos idénticos tienen las mismas huellas. Puede que compartan el ADN, pero cuando se trata de las huellas dactilares es otra ley la que rige.

+datos

* Son muy pocos los casos de personas que no cuentan con huellas dactilares, pero no se trata de algo imposible. Esta condición se llama adermatoglifia.

* En la antigua Babilonia servían como firma. Se utilizaba una tabla de arcilla sobre la que se ponía el dedo a forma de rúbrica.

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