La pandemia también ha puesto en aprietos a los emprendedores, pese a todo, muchos están resistiendo y trabajando con más ganas. Y como ahora buscan reducir algunos gastos, Andrés Ciudad, especialista de Enel Distribución Perú, les brinda los siguientes consejos para ahorrar energía eléctrica en el negocio:
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1. Aprovecha la mayor cantidad de luz natural para evitar encender los focos de luz, así como también apagar aquellos que no se utilicen. Una buena opción es mantener las ventanas abiertas.
2. Apaga y desenchufa los artefactos eléctricos que no uses, como el ventilador, la radio, el televisor, PC, laptop u otro electrodoméstico del local.
3. Limpia periódicamente los focos o fluorescentes, la suciedad disminuye su nivel de iluminación. Sin embargo, es mucho mejor cambiarlas por lámparas LED, consumen menos energía y suelen durar más tiempo.
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4. Da mantenimiento a las instalaciones eléctricas de tu negocio para evitar las fugas de corriente por daño o deterioro. Aparte de reducir el consumo, también evitarás accidentes por contacto accidental.
5. Al momento de comprar los equipos eléctricos debes preferir aquellos que tengan etiqueta energética para saber cuál ahorrará más energía.
Fíjate en el empaque o presentación de tu producto y hazlo más atractivo, recuerda que la primera impresión influye mucho en la decisión del consumidor. También fíjate en el precio.
En esta pandemia han surgido muchos negocios y esto ha provocado que los emprendedores se pregunten lo siguiente: ¿por qué los clientes nos preferirían a nosotros y no al resto?
La idea es establecer una estrategia que distinga al negocio y le dé ese factor extra que haga a los clientes elegir su producto frente a la competencia. ¿Cómo? Los expertos del Consultorio Financiero de Mi Banco, te enseñan un plan basado en las ‘4 p de la diferenciación’:
Una forma evidente es ofreciendo un producto innovador y distinto.
Define en qué rango quieres posicionar tu producto o servicio. Para definirlo puede seguir una de las siguientes estrategias: utilidad racional (basado en cuánto le cuesta producirlo y cuánto cobra la competencia) o la utilidad irracional (tú mismo pones el precio sin ver a los demás).
Recuerda que el empaque o presentación es la primera cara del producto.
Se refiere al producto o servicio complementario que le sirve para impulsar la venta. Por ejemplo, es diferente decir: ‘pan con chicharrón y chicha helada a S/10, el delivery es aparte, S/5 más’ a ‘pan con chicharrón y chicha helada S/15, delivery gratis’.
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