Empieza el mundial y todo este folclore hermoso donde todos somos fanáticos desde los que no sabemos nada hasta los consumidores de partidos raros como Irán vs. Marruecos
Tengo que confesar que lo único que sé de fútbol es que me comí a un arquero de Banfield en mis inicios de mi carrera de modelo de calendarios de gomería y unos años después ya siendo conejita Playboy me comí al ídolo de Messi!
Sacando esos dos hechos puntuales en mi vida, no tengo noción ni a donde tienen que patear los jugadores. Mi papá ya advirtió a las mujeres de la familia que al momento del partido tenemos que cumplir ciertas sugerencias pero con rigor de mandatos:
1- Nada de comentar estupideces cómo 'que lindo que es fulano o mengano' o 'Qué pedazo de piernas del papacito este'
2- Si nos sentamos en el sillón, está prohibido levantarse a orinar tapando la tele, así que se ponen pañales o no toman líquido en todo el día.
3- Terminantemente prohibido preguntar qué es tiro libre, si eso fue falta, o para que arco tienen que patear.
4- No se puede festejar el gol del rival
5- No interrumpir a los hombres intentando discutir algo que no saben
6- Nada de que fulano tiene cara de patear para ambos lados.
Y así nos tienen censuradas y no entienden que nosotras también estamos a la espera de cada partido, buscando témperas para pintarnos la cara con nuestra bandera o con cualquier bandera que combine con la sombra que decidimos ponernos ese día.
Esos 22 bombones de piernas súper formadas también son de interés nuestro y por una vez cada 4 años, nos interesa al igual que ustedes y no es necesario saber si fulano antes jugaba en tal o tal equipo. Podemos alentar por el solo hecho que es guapo y defenderlo a muerte así haga un gol en contra.
Nos quedamos afónicas gritando cuando en un penal ganamos el partido y sentimos los mismos nervios que los hombres. Solo que quizás, si nos fue mal, estaremos mal un rato hasta que nos enteramos el chisme nuevo de nuestra novela favorita y a ustedes están que no se les puede hablar.
Y obvio todo esto y más, es grabado para nuestras redes sociales y si los hombres no quieren colaborar, okey, no importa si salen mal en la foto. Lo que importa que a nosotras se nos vea divinas con la bandera que nos pintamos en los cachetes antes que se nos corra.
(Las opiniones de esta columna son propiedad íntegra del autor. Trome no se hace responsable por las declaraciones vertidas en este espacio)
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