Todos alguna vez cometimos errores o desatinos en el intento desesperado de encajar entre los demás, a veces motivados por la economía que nos obliga a hacer el ridículo o, a veces, por adrenalina o locuras de amor. Bueno, voy a confesar los que fueron mis peores papelones titulado “El top ten de mis peores roches confesables”
10) Acababa de conocer mejor a mi papá. Así que me dio la llave de su departamento y su confianza y yo abusé de eso. Una mañana sin querer me confundí y le mandé un mensaje a él pensando que se lo enviaba a mi ex y era algo así “gordo, ya falté al cole. Te espero en el departamento de papá y trae los ‘forros’”.
Cuando veo ‘enviar a papá’ me desesperé e intenté poner cancelar una y otra vez y nada. El maldito celular con tapita me confirmaba que se había enviado exitosamente el mensaje de texto a papá. Esa noche tuvimos una charla: me sacó las llaves e íbamos camino a contarle a mi mamá, pero creo que no se animó porque mamá le echaría la culpa a él y quedó el secreto entre nosotros. Lo que él no sabe es que organicé mil veces esas faltas al colegio y todas mis amigas tuvieron su primera vez en su cama con sus novios (No quería ser la única rota)
9) Una locura que amé pero me costó años recuperar mi cabello fue tener dreds: Siempre quise hacerme cual pirata y lo tuve. Fue un par de meses de estar horas con la secadora y dolor de cuello.
8) Cuando me agarró ataque de pánico y me encerré en el baño en vez de casarme la primera vez con Rodrigo: Siempre quise jugar a la novia fugitiva y me costó meses arrodillada -no justamente suplicando- para que Rodrigo me perdone.
7) Un ex novio con el que convivía me encontró en el celular un mensaje con mi trampa y no tuve mejor idea que hacerme la desmayada: (Como si eso hiciese que me perdone una cag… de infidelidad) Cuando estaba en el piso me tenté de risa y la fregué. Le confesé algo como que “estaba intentando que me perdones con esa ridiculez mal actuada. Pensé que si me veías en el piso te daría lastima pero la verdad no quiero que me perdones y sí, la fregué y que no te amo hace mucho así que mejor me largo y chau. Quédate con la heladera. Total, no me la vas a dar después de esto!”
6) El trío sexual con mi primer novio que organicé y pagué: Todo para complacer sus fantasías y cuando llegó el momento, salí corriendo a los gritos y me encerré en el baño “Me cag… en mi cama” dije llorando cual novela mexicana. Okey, la chica la traje yo pero no importa.
5) Rodrigo competía en Arequipa y por esos momentos estábamos medio peleados. ¿Por qué? En una coreografía durante mi participación en El Gran Show me dieron a elegir entre beso o cachetada y me lo ponen a Paco Bazán de colaborador para el baile. Bueno, no le iba a dar una cachetada. Así que hice lo que cualquier mujer haría en mi lugar y le di un besito que se vio como más de lo que fue. Mi suegra y Rodrigo estaban en el set esa noche. Por eso, lo seguí a Arequipa y me tuve que inscribir en un torneo como atleta para poder estar en el backstage que duraba todo el día, con tal que él no esté cerca de una persona que lo perseguía.
Antes de salir, conseguí bikini, unos zapatos de chicas que me prestaron y hasta me dibujé los abdominales. Salí al escenario delante de 3 mil personas sin saber cómo se gira a la derecha o la izquierda (Cuando no llevo reloj no sé cuál es cuál). Ahí hice un bochornoso desempeño de una ladrona que no va al gimnasio, que solo tiene buena genética y un par de operaciones. Rodrigo se enterneció de lo que era capaz de hacer por él y me dio otra oportunidad. Valió la pena el ridículo.
4) Andrea San Martín me llama para El Valor de la Verdad y en maquillaje acordamos una seña “Cuando me rasque la nariz toquen el botón” nos dice a Natalia y a mí. El botón la salvaba de contestar y era una pregunta muy tonta sobre si había estado con Álvaro Stoll y yo vi o me pareció ver que se rascó (Muy sutil) la nariz y me lancé sobre el botón rojo sintiéndome una heroína y ambas me dicen que NO era para tocar esa pregunta. Bue… ya está hecho.
3) En un desfile de Halloween me encuentro en la pasarela con mi enemiga, una a la que solía gustarle todo lo que yo tengo. Así que agarre el aerosol y la ayude a ponerse un poco más. Se enojó y discutimos horrible en el escenario. Hay cosas que una simplemente no puede manejar.
2) Bailando en El Gran Show en plena gala, mi bailarín que adoro y quien es un genio, me gira veinte veces me revolea en el aire y me aprieta la panza en cada truco. Yo estaba apretando para no dejar escapar nada pero estaba con muchos gasecitos y en la peor pose no los pude aguantar más y le hice un laceado brasileño en la cara. Así tentados de risa tuvimos que bailar disimulando todo e intentando acordarme el siguiente paso. El muy maldito jugaba a contarle a todos y antes de sentirme amenazada lo confesé yo primero, así me sentía libre de que sepan algo de mí con lo que pudieran chantajearme.
1) Le regalé a mi papá la primera vez que bailé en un escenario: Fue en clase de árabe. Faltó una de las bailarinas titulares y me pusieron de casualidad. Estábamos en su casa (era antes de que me saque la llave) y éramos como 7 compañeros del colegio haciendo un trabajo práctico grupal y al terminar temprano, me quise lucir mostrando mi video de baile árabe a mis compañeros, que con todo cariño se lo regalé a papá. En la parte que estoy saliendo al escenario resulta que papá le regrabó una porno arriba y mis compañeros del colegio estaban viendo la porno y yo no sabía dónde meterme. Igual creo que estaba más interesante lo regrabado que mis intentos de pasos que parecían más que un baile una danza india para invocar a la lluvia.
Nos vemos el próximo lunes. Mira aquí todas mis columnas
VOLVER A LA PORTADA DE TROME.PE
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.