‘Rey Vico’ y su dura historia: Trabajó como canillita y cobrador de combi, Chacalón fue su telonero y llenó locales con 8 mil personas | ENTREVISTA

Es el ‘Rey de la chicha’ y sus dominios abarcan todo el país. Víctor Carrasco Tineo o simplemente ‘Rey Vico’, es la voz principal del ‘Grupo Karicia’ que, en su momento, llenaba locales de 8 mil personas en los que se vendían entre 400 y 500 cajas de cerveza por concierto. Pero ese éxito no es gratis. Todo ha sido a base del esfuerzo y la constancia de don Víctor desde que empezó cantando con sus amigos en su barrio El Ermitaño, en Independencia, hasta lograr que sus principales temas como ‘El divorcio’, ‘Soledad’, ‘Noche’, entre otras canciones, figuren entre las mejores del género tropical de la música peruana.

De aquel niño juguetón que corría detrás de una pelota en El Ermitaño y supo sobreponerse a las adversidades de su destino, queda un hombre que recuerda con nostalgia las veces que tuvo que trabajar como canillita, lustrador de botas y como cobrador de combi, para ayudar en casa. Y claro, ser el mayor de once hermanos te obliga a madurar más rápido, capaz por eso don Víctor suele parecer serio. Pero es todo lo contrario.

Su historia es un torbellino de emociones que circuló por la angustia de no poder grabar su primer disco por un director musical de aquel entonces que dudaba de su capacidad, a alcanzar la gloria de ser reconocido como una de las nuevas voces de la música tropical. En determinado momento, su éxito llegó a eclipsar al mismísimo ‘Papá Chacalón’, con quien tuvo la oportunidad de tomarse unas chelitas, ante la atenta mirada de 20 guardaespaldas. De eso y otras cosas más, el ‘Rey Vico’ tomó la palabra. Que hable, el ‘Rey’.

Vico y su Grupo Karicia: El origen de la leyenda

Don Víctor, ¿dónde nació usted?

Nací en Lima, en La Victoria, en plena Av. Iquitos. Mis padres me criaron ahí, nací ahí. Y, por si acaso, soy hincha de la ‘U’ (risas).

Cuénteme sobre su infancia

Conservo lindos recuerdos de mis padres y mis hermanos. Mis papás son ayacuchanos, exactamente del centro poblado de Pampa Cangallo. Yo soy el mayor de once hermanos.

¿Sus padres migraron a la capital?

Sí, ellos vinieron a la capital como todo provinciano, a hacer su futuro. Estuvimos aquí, en La Victoria, y luego fuimos al barrio de El Ermitaño, en Independencia. En ese tiempo, hubo invasiones y mis padres invadieron un pequeño terrenito para vivir.

Desde pequeño, siempre tuve interés por la música.

Me gustaba mucho la cumbia peruana, que estaba surgiendo gracias al maestro Enrique Delgado Montes, creador de Los Destellos, y, además me gustaba las canciones de Leo Dan. Recuerdo que, mientras hacía las tareas del colegio, escuchaba en la radio, a los grupos de ese tiempo, como: Los Mirlos, Diablos Rojos, y también Chacalón y Chacal.

¿Cómo fueron sus inicios en la música?

Mis amigos y yo cantábamos en el barrio. En esa época, cuando empezaba a oscurecer, nos reuníamos para cantar en el paradero 9 de El Ermitaño, en Independencia. La pasábamos cantando y haciendo música porque no había otra cosa qué hacer. Recuerdo, que uno de mis amigos llevaba su guitarra, y, otro, con su latita de leche tocaban como si fuera un wiro, e interpretábamos temas de Leo Dan, Los Destellos, Diablos Rojos, Los Mirlos.

Vico y su Grupo Karicia: De lustrabotas a ‘Rey’

Si bien cultivaba su pasión por el arte, imagino que también tenía obligaciones en casa. ¿Usted llegó a trabajar?

Claro, como hermano mayor, veía que la situación económica de mis padres no era buena, además, éramos once hermanos. Era un poco difícil el tema, y como hermano mayor que era, ya empezaba ayudar en mi casa porque mi padre, me decía: “Anda a trabajar, haz algo”. Así me convertí en canillita, vendía periódicos y chupetes, lustraba botas o me iba a los mercados a ofrecer plátanos cuando veía que llegaban los camiones a descargar los plátanos.

¿Solo esos trabajos?

También trabajé como cobrador de combi y cubría la ruta de ‘El Ermitaño’ hasta la avenida Túpac Amaru, desde las 8 de la mañana hasta el mediodía o de 3 de la tarde hasta las 7 de la noche. Era una forma de trabajar, y el dinero que reunía le daba a mi mamá. Estuve trabajando de esa manera, desde los nueve hasta los quince años, que ingresé a la agrupación ‘Hawái Quinto’. Poco a poco fui dejando esos trabajos que tenía para cantar en fiestas y me pagaban un sueldo, que, en ese tiempo, de repente eran 100 soles al cambio. Ayudaba en mi casa.

Vico y su Grupo Karicia: Chacalón, Chacal y la primera agrupación

¿Cómo se da su ingreso a este grupo?

Sucede que el director de la agrupación ‘Hawái Quinto’, que estaba integrada por músicos del barrio El Ermitaño, se enteró que cantaba en el barrio, y fue a buscarme a mi casa. Me dijo, si podía integrar el grupo, y acepté. Era una agrupación importante porque alternaban ocasionalmente cantantes destacados.

¿Cómo cuáles?

A ver, te cuento, cuando ingreso a la agrupación ‘Hawái Quinto’ como vocalista, en ese entonces, ya había grabado Chacalón con el Grupo Celeste y estaba Chacal y sus Estrellas. Pasa que Chacalón y Chacal iban seguido al barrio El Ermitaño porque tenían amistad con el director del grupo, que es Juan Arana, quien tenía muchos amigos en La Parada, entre ellos: el ‘Rey de la papa’ y el ‘Rey de la cebolla’, gente importante; tenían mucho acercamiento con ellos y los contrataba para tocar en sus quinceañeros y cumpleaños. Ahí nace la amistad porque ellos vivían cerca a La Parada. Y cuando contrataban a la agrupación ‘Hawái Quinto’, contrataban bien a Chacalón o bien a Chacal, así ellos comenzaban a cantar con el grupo.

Don Víctor, semejantes cantantes que tenía la agrupación ‘Hawái Quinto’

Sí, muy talentosos. Como te decía, ingreso como integrante del grupo, pero, en primera instancia, como: cargador, ayudante del equipo de sonido o encargado de instalar el equipo de sonido. Recuerdo que siempre me quedaba en un rinconcito, y escuchaba cómo cantaba Chacalón y Chacal, y así es como, poco a poco, fui aprendiendo porque cantar en público es bien difícil. El director del grupo Juan Arana me decía: “Tienes que ver cómo cantan, cómo se desenvuelven, cómo hablan y cómo caminan para que aprendas”, me aconsejó.

¿Recuerda alguna anécdota, en especial?

Sí, claro. La primera vez que canté en la agrupación fue en el quinceañero de la hija del ‘Rey de la papa’, tenía 14 o 15 años, en ese entones. Recuerdo que la fiesta fue en un chifa, y ahí llegamos para tocar. Lo que pasa es cuando ya se armó la fiesta y estaba cantando Chacalón, llegó un momento que el dueño de la fiesta llamó a Chacalón para tomarse una foto y brindar. Entonces, el escenario se quedó limpio y ahí me gritan: “Chacalito, canta. El ‘Chino’ (Chacalón) está abajo, canta”, me decían. Yo tenía vergüenza, pero fue tanta la insistencia que decidí cantar pero detrás de los parlantes sin que me vea la gente, entonces el ‘Chino’ voltea y pregunta: “¿Quién está cantando?”. Ese día, digamos que fue mi primera vez cantándole al público, aunque, estaba escondido.

O sea, ¿no tenía una amistad con Papá Chacalón?

La amistad no era fluida, nos encontrábamos ahí, en El Ermitaño, y hacíamos hora, antes de ir a la fiesta con la agrupación ‘Hawái Quinto’. Confieso que de quién más aprendí fue de Chacal. Chacal era más cantante que Chacalón, él más bien era tumbador y Chacal sí era cantante.

Me causó sorpresa que sus amigos lo llamasen ‘Chacalito’

Pasa que yo cantaba los temas de Chacal y Chacalón, y como que se asemejaba bastante la voz y encima era chibolo, me decían así. Antes de Vico, en el barrio y en el mismo grupo, me llamaban ‘Chacalito’.

Vico y su Grupo Karicia: Un escolar con talento

A todo esto, aún estaba en el colegio, ¿cierto?

Sí, en paralelo estudiaba, terminé mi secundaria en el colegio Ricardo Bentín del Rímac. Fue una época bien dura para mí.

¿Por qué?

Pasa que yo estudiaba en el colegio y también cantaba a la vez. Mi rutina era: el viernes terminaba de estudiar en la tarde, y en la noche me iba hasta Yerbateros para viajar a Huancayo. Tocábamos sábado y domingo, y las fiestas eran de 3:00 pm a 10:00 pm, y en la medianoche tenía mi pasaje reservado para regresar a Lima. Al día siguiente, a las 8:00 am, estaba en el colegio. Así era mi rutina, desde tercero de media hasta terminar el colegio. Sucede que Huancayo era la zona más importante para el Grupo Melodía.

¿Grupo Melodía?

Por estrategia de marketing se cambió el nombre de ‘Hawái Quinto’ a ‘Grupo Melodía’. Recuerdo que todos los músicos sugirieron varios nombres, yo propuse Caricia, pero no fue aceptado y se quedaron con el nombre de ‘Grupo Melodía’.

¿Digamos que el ‘Grupo Melodía’ estaba ganándose un espacio en el ambiente de la cumbia peruana?

Estábamos en ese proceso. El director tenía la intención de grabar temas de su propia inspiración, y lo curioso era que todas las disqueras de ese entonces nos decían que sus salas estaban ocupadas o no había espacio. Y lo más anecdótico de todo esto, es que yo me presentaba a las reuniones con los dueños de estas disqueras, usando mi uniforme escolar para luego irme y pagar pasaje escolar (risas). Asistía con el director Juan Arana para dejar el material (casete) y nadie en los estudios nos recibía para escuchar la canción y se nos permita grabar. Lógicamente era un poco difícil, que un grupo nuevo pueda grabar. Recordemos, que, en ese entonces, en los años 70, era muy complicado poder grabar. Nadie grababa, así nomás. En cambio, ahora, con tu plata, puedes grabar donde quieras.

Se frustraba el sueño de grabar su primera producción

Yo estaba cansado de caminar buscando disqueras. Un día, el director fue solo, y, en La Victoria, cerca a La Parada, se reunió con Tito de la Cruz, director del grupo ‘Los Titanes’, que era una agrupación que sonaba fuerte en esa época y que había hecho su propia disquera. La reunión fue positiva porque acordaron grabar el disco. Recuerdo que el director fue a mi casa, y me dice: “Chacalito, ¡vamos a grabar!” Pero acá, viene un problema.

¿Cuál?

El dueño de la disquera, el señor Tito de la Cruz, dijo: “Vamos a grabar los temas, pero el que va a cantar las canciones va a ser Chacal”. Entonces, el director Juan Arana dice: “Yo estoy con el muchacho, estamos empezando. El pata sacó cara por mí”. “Que venga al estudio entonces; acá vemos, si graba o no”, responde De la Cruz. Pero la prioridad para grabar las canciones era Chacal. Así estuve ensayando casi todos los días, como un mes. A veces, sin comer, pero con la ilusión de grabar mis primeros temas. Tenía apenas 16 años.

Vico y su Grupo Karicia: El origen de Vico

Qué situación para más tensa

Ensayábamos, y el señor De la Cruz estaba con dudas. Llegó el día de la grabación, y no estaba convencido. Debo confesar que tenía muchos nervios, un día antes no dormí (risas). Pero, así y todo, comenzamos a grabar y fue una experiencia muy buena. Mi primera grabación: Juramento por el lado A; y por el lado B estaba la canción ‘Cuando me vaya de tu lado’. Autor: Juan Arana Zumaeta; canta: Vico.

No sabía que habían cambiado su nombre

Honestamente, no. El día que salió el disco, yo estaba jugando futbol en el barrio. Escucho que me gritan: “Oe, Chacalito, acá tengo los discos”. Entonces me acerco a ver el disco y leo: Canción Juramento, canta Vico. “¿Quién es vico?”, preguntó. “Tú, pues, oye”, responde Juan Arana. Como Vico, yo soy Víctor, no entiendo. En un principio, no me gustaba el nombre Vico. “No te pases”, dije. Pasa que, en ese entonces, todos los cantantes salían con un seudónimo, y Tito de la Cruz me puso Vico por Víctor. Ahora, después de tantos años, Vico y su Grupo Karicia es una marca nacional.

Entonces, ¿las cosas empezaban a mejorar en el ‘Grupo Melodía’?

Sí, pero, al cabo de dos años, me retiré del grupo y formé la agrupación ‘Victoria’ con otro amigo, Javier Ramos, en la primera guitarra, y yo como voz principal. Pero pasado un tiempo, me di cuenta que dos directores no caminan juntos porque siempre hay discrepancias. Decidí separarme y ahí decidí bautizar mi nueva agrupación, como: Vico y su Grupo Karicia. Además, tuve la oportunidad de conocer a Jaime Moreira de Los Shapis, que estaba como segunda guitarra en el grupo ‘Victoria’, y se unió a la nueva agrupación que había formado.

Empezaba una nueva etapa en su carrera musical

Exacto, tuvimos giras en Huancayo y todos sus alrededores. Desde el primer momento que grabamos la canción ‘El juramento’, el tema pegó bastante, luego siguieron ‘Cuando me vaya de tu lado’, ‘Sigo esperando’ y ‘Para Anita’. Empezamos a viajar bastante.

Don Víctor, estaba haciéndose un espacio en la música, prácticamente, siendo un escolar

Pasa que terminaba el colegio, y ya ganaba mi platita. Viajaba, y hacía lo que me gustaba. Lógicamente, si hubiese deseado seguir estudiando una carrera profesional, mis padres no hubieran podido apoyarme porque eran baja condición económica. Mi anhelo siempre fue estudiar Ingeniería Civil.

Vico y su Grupo Karicia: Su madre, la cómplice de su carrera

A propósito, ¿sus padres apoyaban su carrera musical?

Sí, y no. Mi papá Jesús Carrasco no quería que sea musico, me sacaba el ancho. Decía: “Los músicos son borrachos, mujeriegos e irresponsables”. Era muy estricto. Aparte, que era el mayor; yo pagaba pato por cada error que cometían mis hermanos. En cambio, mi mamá Paulina Tineo fue la única que siempre me apoyó. Recuerdo que mi mamá esperaba que mi papá se durmiera para que yo pudiera salir a escondidas en la noche y tenía que volver a mi casa sí o sí, a las 4 o 5 de la mañana, porque mi viejo se levantaba a esa hora y lo primero que hacía era llamarme: “Víctor, ya, ¡a preparar el desayuno!”. Así era mi rutina, hasta que terminé la secundaria y me fui a vivir a Huancayo.

¿Cuánto tiempo vivió en Huancayo?

Estuve trabajando en Huancayo, alrededor de 8 años. Venía a Lima, de vez en cuando, pero más pasaba en Huancayo, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, La Oroya, Tarma, Cerro de Pasco, Huánuco, Tingo María, Pucallpa, y así estuvimos llevando nuestra música.

Vico y su Grupo Karicia: La época del terrorismo

Precisamente, en esa zona del centro del país, sufrimos bastante por el tema del terrorismo

Fue una época muy difícil la que vivimos. Recuerdo que un día viajábamos de Huancayo rumbo a Ayacucho. Antes de llegar a esa ciudad, en un descampado abierto, comenzaron a detener a los carros, que venían de Ayacucho y Lima. Todos esperábamos en el descampado, y veía a los compañeritos y compañeros sosteniendo una ametralladora con fusil, y otros llevando una latita de leche chiquita con su mecha y fósforo para encender la dinamita. Mientras esperaba, los mismos compañeros me decían: “Vico, ¿vas a tocar en Ayacucho?” Yo asentía. Al poco rato, ya se daba la orden para continuar con el trayecto. “Vico, tú sales primero. Más tarde estamos en la fiesta”, me decían. Y, efectivamente, en la fiesta estaban los terrucos y ahí los veía.

Usted es conocido como el Rey de la chicha, ¿está de acuerdo con ese reconocimiento?

Ese título tiene una historia particular. Como te decía, yo llegué a la capital después de haber formado el Grupo Karicia en 1981, de ahí, llegaron Los Shapis por intermedio de los residentes de Huarochirí, que hacían su fiesta patronal, todos los 6 de agosto, en Barrios Altos, al costado de la Maternidad de Lima. En determinado momento, Los Shapis estaban muy ocupados, y entonces se contactan conmigo para que toque en honor a la Virgen de la Asunción. Así llego a Lima, y soy presentado como la voz del sentimiento. Para ese tiempo, tenía una primera producción que se llamaba: “La voz del sentimiento de Vico y su Grupo Karicia’” y como tema principal ‘La noche’, que gustó tanto que empezaron a llamarme a cada rato que decidí quedarme en Lima.

¿Y cómo se genera ese seudónimo de ‘Rey’?

Nosotros comenzamos a atrasar a Los Shapis, y la gente pedía un encuentro entre Shapis y Vico y su Grupo Karicia, los Shapis no querían. Tanta fue la presión de la radio, locutores y empresarios, que se logra un mano a mano ante más de 8 mil personas en el local ‘Así es Mi Tierra’ de La Victoria. Al día siguiente, en Radio Inca, el señor Kike Santos Ballarta dijo en su programa: “Ayer hemos estado en un concierto de estos dos grandes de la música, pero para mí, en mi concepto, ha nacido un rey y ese rey se llama Vico y su Grupo Karicia”. Y así fue cómo nace el apodo del ‘Rey’.

Precisamente se grabó la película ‘El Rey’, que lo tuvo a usted como protagonista.

Después de ese concierto pasaron tres o cinco meses, y unos productores me comentan para hacer una película sobre ‘El Rey’, no lo creía A parte de los Shapis, solo yo he grabado una película. Así es como nace ‘El Rey’, y ahora la gente me dice ‘Rey’ y no Vico. Respecto a la película, fue una gran experiencia. Incluso, hace poco, fue remasterizada, y ahora nuevamente me han hablado para hacer la segunda parte de la película, pero falta presupuesto para grabar.

Vico y su Grupo Karicia: Más de ocho mil personas asistían a sus conciertos

En el mejor momento de Vico y su Grupo Karicia, imagino que los locales lucían llenos totales

Yo lo digo con convicción, por ejemplo, antes las fiestas eran matines bailables. Comenzaban a las 3 de la tarde y terminaban a las 10 u 11 de la noche; solo había una agrupación o dos como máximo. El que empezaba la fiesta, tocaba una o dos horas, y luego el que cerraba la fiesta. Yo he tenido la suerte, por casi tres años, en mi época dorada, de llenar locales de 4 mil, 5 mil y 6 mil personas todos los días, en los locales donde tocábamos solamente nosotros se vendían entre 400 y 500 cajas de cerveza por concierto. Ahora tienes que tener 4 o 5 grupos para poder llenar un local, antes no.

En ese sentido, ¿compartió escenario con Papá Chacalón?

No me gusta hablar de los grupos, pero, en ese entonces, Chacalón todavía no era lo que llegó a ser, te hablo del año 1983 a 1985. Sucede que la empresa en la que yo trabajaba, que era la productora Marcahuasi lo jala a Chacalón como parte de su promotora, y lo pone a él como telonero cuando yo tocaba. Ya, después, poco a poco, Chacalón comenzó a tener su gente, y así solo se hizo.

¿Recuerda alguna anécdota en particular de aquella época con Chacalón?

Como los dos trabajábamos con la promotora Marcahuasi, a veces, coincidíamos en los conciertos. Recuerdo que una vez estábamos en Ciudad de Dios de San Juan de Miraflores, ahí nos encontrábamos, él venia con sus 10 guardaespaldas y yo estaba también con mis 10 guardaespaldas. “Hola, chino”, le decía. “Víctor, una cervecita”, me respondía. Y yo accedí, y nos poníamos a brindar, y la gente alrededor, mientras los dos compartíamos un momento.

Don Víctor, usted suele presentarse en lugares picantes

Me presento en todos lados, en el cerro El Pino, San Cosme, El Agustino, para tocar en cumpleaños o fiestas, y no pasa nada. El mismo faite del barrio te cuida. “Si alguien te molesta, le meto plomo, acá nadie te va a faltar el respeto”, me dicen. Gracias a Dios, la gente me respeta por mi trayectoria, ya que soy uno de los pocos exponentes de la música tropical que quedamos.

Vico y su Grupo Karicia: La historia de los lentes oscuros

Otro detalle es que usted suele presentarse siempre con lentes negros, cuénteme sobre eso.

Esto se debe a un tema de salud. A la edad de nueve años, me dio meningitis, que, en ese entonces, era una plaga que daba a todos los niños. Me llevaron al hospital porque la vista se me hinchó horrible y tuvieron que operarme. Pasó unos meses, y la otra vista se infectó. Al cabo de un tiempo, perdí la visión de un ojo. Por eso es que siempre uso lentes oscuros, y ahora el público me distingue con lentes negros. No me acomplejo ni nada, es como tener un carro nuevo que tiene sus abolladuras (risas).

Con toda su larga historia musical, ¿le gustaría grabar una miniserie sobre su vida?

Sí, claro, pero que se haga una miniserie contando la verdad y no cómo la de otros grupos que todo ha sido ficticio.

Para usted, ¿qué es la chicha?

Para mí, la chicha no existe. Lamentablemente, chicha es una palabra que siempre la han utilizado en la década de los 70, 80 y 90 y en la actualidad para identificar la música para rateros, gente ignorante y sin escrúpulos, a los que llaman chicheros. Yo no comparto el concepto de chicha, porque siempre nos han marginado. “Esos chicheros”, dicen de manera despectiva. Yo digo que siempre hago música tropical andina porque mi música es un sentimiento que habla del amor, del engaño, la injusticia, y tantas cosas, por eso lo llamo música tropical andina.

Para finalizar, ¿hasta cuándo piensa seguir cantando?

Yo pienso seguir cantando hasta que Dios quiera, si yo veo que estoy haciendo el ridículo, preparo mi despedida.