Tocamos el timbre de su departamento ubicado frente al mar y Vanessa Terkes se asoma por el balcón con una plancha de pelo en la mano y dice: ‘Hermana, sube, me estoy maquillando’. El ascensor se abre, nos recibe su mamá y asesora de imagen. La ‘Chata’ está frente al espejo, en buzo y llama nuestra atención el inmenso mural color pizarra que pintó en su sala, donde sus amigos y familia le han dejado mensajes alentadores como el que escribieron con tiza amarilla: ‘Nadie puede apagar tu luz...’.
Vanessa, si tuvieras que definir este momento de tu vida con una canción, ¿cuál sería el título?
¡Ay, hermana! Serían dos: ‘Creo en mí’ (Natalia Jiménez) y ‘Ella’ (Bebe).
Las letras de esas canciones hablan de un empoderamiento, ¿en esa fase estás ahora?
Definitivamente estoy en proceso, tampoco te voy a mentir, pero estoy conociéndome más y aprendo mucho.
¿Qué aprendiste después de lo que te pasó?
Que nunca dejaré de hacer mis cosas para desarrollar las de otros, porque pasó que di todo por esa persona... hasta dejé mi carrera.
Pero amar no significa postergarse...
Exactamente.
Se te ve con un nuevo brillo en los ojos, ¿tienes ganas de comerte el mundo?
Siempre he tenido ganas de comerme el mundo. Evidentemente, somos seres humanos que pasamos por diferentes momentos. Yo me he caído más de una vez y las veces anteriores me levanté, esta no iba a ser la excepción, porque después del piso solo queda para arriba.
Bueno, tu hija lo dijo, eres como el ave fénix.
Es mi ángel, la amo, me conoce muy bien, hay mucha comunicación entre nosotras.
También comentó que lo bueno viene en frasco pequeño.
Claro, hermana, que nadie dude de este 1.60, ja, ja, ja... Soy feliz con mi tamaño y sabes, a la gente se le mide de la cabeza hacia el cielo. Hay mucha gente alta que anda en el suelo, hay de todo, ¿no? Mira, lo de afuera desaparece, lo importante es lo que está acá (se toca el pecho).
¿Tu corazón ya está curado?
Ahí va de a poquitos, venita por venita y el que diga que no, al vivir una experiencia como la mía, miente.
¿Te vas a dar una nueva oportunidad en el amor?
Por supuesto, sigo creyendo en el amor. Además, lo recibo constantemente y no necesariamente tiene que venir de una pareja, sino de mi familia, hija y la gente que me quiere, de los verdaderos amigos que se quedaron conmigo en esos momentos difíciles que pasé y del público, que me deja lindos mensajes (ladra ‘Benito’ y le abre la mampara del balcón para que ingrese a la sala, se sienta a sus pies).
¿Te volverías a casar?
No sé, digamos que soy yo y mis circunstancias. Nunca suelo decir no ni sí, pero evidentemente ahora iría con mucha más calmita.
¿Fue muy rápido?
Nunca me arrepiento de las cosas que hago, porque todo te deja una enseñanza en la vida. Digamos que mi corazón está tranquilo, bajo 800 llaves, para seguir adelante.
¿Ya dejaste de amar?
En este momento amo a ‘Benito’ (ríe), a mi mamá, mi hija, a mis amigos y a Dios sobre todas las cosas. Él sabe cómo soy, de pronto con todo lo que me pasó me sentí chiquita y agachaba la cabeza y no tenía por qué, pues no hice nada malo y fue en esos momentos que sentí esa conexión con nuestro Señor, que me ayudó a pararme de nuevo.
Cuando se hizo pública tu situación, algunas personas, como Magaly, te criticaron...
Cada persona puede ver las cosas desde su óptica o porque el poder llama mucho la atención o no hay una investigación. Sé lo que pasó, pueden salir periodistas, opinólogos a hablar y normal, porque ya me unté un kilo de mantequilla y si mucho va, apago la televisión, porque esas personas no están conmigo ni estuvieron en mis momentos duros.
¿El tema legal no lo estás viendo?
No, de eso se encarga mi abogada. Yo quiero sentirme bien como estoy ahora. Es normal que pasemos por un proceso de dolor y llorar, porque si no nos desahogamos, lo arrastramos a otra relación.
No me vas a decir que no te ‘tiran maicito’...
Nadie, lo que pasa es que no estoy saliendo. Una vez fui a una discoteca y después estuve trabajando, creo que así no va a llegar nadie. Sucede que tampoco tengo prisa ni estoy buscando.
¿Volverías con Roberto Martínez?
Roberto es un chico lindo, conversamos esporádicamente, lo quiero mucho. Cuando estuve mal me escribió para preguntarme si necesitaba algo o estaba bien, esos son los buenos amigos.
‘CORAZON TERKO’
En tus redes leo que te piden que regreses a México, te extrañan...
Sí, pues todos sabían a lo que me venía para acá y dejé todo allá, pero ahorita abrí ‘Corazón Terko’, una institución sin fines de lucro con la que deseo ayudar a mucha gente y no la voy a dejar por nada del mundo.
¿Haces ayuda social con fines políticos?
No, a mí me gusta ayudar, pero creo que un político debería apoyar a quien lo necesita.
¿Y la televisión?
Solo estoy con ‘La sabrosura de Vanessa’ en el programa ‘En boca de todos’ y participar en una novela me restaría tiempo para mi ‘hijo’, que es ‘Corazón Terko’.
Mientras ‘Vane’ posa para las foto cantando feliz, le pregunto qué le diría a las mujeres...
Les diría que su paz mental no es negociable, que no nos dejemos minimizar porque por ahí se empieza, cuando te dicen ‘no sirves para nada’... ¡Mentira! Servimos, somos valiosas. Hay que decir no desde el principio para que nadie nos dañe... Pero estoy de vuelta, estoy de pie y bien alerta, eso del cero a la izquierda no me va... Ouh ouh oh... Creo, creo, creo en mí.