Xoana González recordó uno de los episodios más complejos de su vida personal y profesional al referirse al juicio que enfrentó con Melissa Loza, proceso que, según contó, tuvo un impacto directo en su trabajo y en su permanencia en el país. La exchica reality abordó el tema con franqueza y reflexionó sobre las consecuencias que arrastró tras ese conflicto legal.
La modelo argentina fue invitada al pódcast ‘Café con la Chevez’, espacio en el que hizo un repaso de distintas etapas de su vida y respondió preguntas directas sobre el proceso judicial que tuvo con Melissa y que marcó su carrera mediática en el Perú.
En ese contexto, explicó que, pese a haber cumplido con el pago correspondiente, las secuelas fueron mayores de lo esperado y se extendieron por un largo periodo.
“Lo pagué y aún así igual estuve un año y medio con lucro cesante, exiliada de mi trabajo, de mi vida acá”, relató, precisando que esa situación la obligó a alejarse de su rutina y de los proyectos que tenía en marcha en ese momento.
La exchica reality detalló que ese tiempo fuera del país también le permitió reencontrarse con su entorno familiar y replantear varias decisiones personales. “Pero traté de sacar lo bueno y estuve mucho tiempo con mi papá, le enseñé a manejar, le ayudé a que compre su auto, que ahora es mío, porque no le gustó nunca manejar, porque le enseñé yo. Pobre, lo traumé”, comentó entre risas durante la entrevista.
Sobre la duración exacta de ese alejamiento, González fue precisa. “Un año y medio estuve allá”, afirmó, y añadió una reflexión más profunda sobre ese periodo. “Y a veces la vida te pone en situaciones donde tienes que alejarte y te acomoda personas, situaciones, momentos… siento de que fue la única solución que le encontraba”.
En otro momento de la conversación, Xoana reconoció que el proceso legal también tuvo un efecto disciplinador en su vida personal. Ante la pregunta sobre si el juicio la había “regulado”, respondió sin rodeos: “¿Me reguló un poco? Bastante. Al principio un poco y ahora se me soltó la cadena. Tengo que volver a regular”.
Finalmente, la argentina recordó que no fue el único proceso judicial que enfrentó, aunque sí el más significativo. “Después tuve otro juicio que quedó, no me acuerdo en qué quedó, creo que quedó en la nada, con Joshua. Era el mismo abogado de Melissa”, señaló, para luego cerrar con una reflexión sobre el aprendizaje que le dejó esa etapa. “Yo creo que fue como un choque cultural. Yo venía con los tacones muy de punta a jugar un juego que nadie quería jugar”.
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