La señorita Gabriela Navarro Mendoza, miembro del Directorio de la Empresa Tierra Alta, viste elegante, glamorosa, sofisticada y controla su sensualidad. La actriz Sirena Ortiz, quien representa a ese personaje de la telenovela ‘Eres mi sangre’, podría decirse que es todo lo opuesto. Sonríe constantemente, posa para las fotos, saca afuera su femineidad y vuelve a sonreír. En medio de las grabaciones, prolongadas y agitadas, hace un alto y descubre su interior mediante anécdotas cotidianas.

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Sirena, ¿en tu día a día también vistes como ejecutiva?

Soy muy fresca. Ando en buzo, jeans, poleras.

¿En serio?

Muy poco glamour, je, je. Claro que hay momentos que busco estilos al vestir, pero depende de los eventos a los que he sido invitada.

Pero fuera de eso...

No me gusta andar en tacos. Pero lo más sorprendente, ¿sabes qué es?

Sirena Ortiz habla con Trome
Sirena Ortiz habla con Trome

Dime...

En todos mis personajes me ha tocado utilizarlos.

¿Y en la calle escuchas que te nombran cuando estás de espaldas?

Los murmullos que dicen: ‘Es ella’, pero también que se confunden.

¿Por ejemplo?

Es que a veces creen que soy mi hermana Raysa o viceversa.

¿Y se sacan la duda?

Me preguntan quién de las dos soy.

A todos nos pasa con ustedes, ¿cuál es el tip para diferenciarlas?

Ella habla mucho más rápido. Yo soy más pausada.

¿Quién baila mejor?

Las dos tenemos buen ritmo.

Una final de la historia con tu gemela, ¿alguna vez la suplantaste en el colegio?

Cuando tenía que aprobar una prueba de historia, porque sino terminaba jalada y a vacacional.

¿Todo salió bien?

Sí, como era un curso que me encantaba, aprobó con buena calificación.

¿Un hobby?

Cocinar.

El plato en el que te luces...

El estofado.

Bueno, ahora uno compra todo preparado.

Yo misma hago el aderezo.

¿Dos secretos para que salga delicioso?

Echarle el sazonador y lo que muchos compran, ese polvo de caldos concentrados y utilizan para la sopa, yo lo meto a la preparación.

¿Entonces?

Pico la cebolla, la frío, pongo los condimentos y recién pongo el pollo. Que entre en sabor y echo la papa, para que hierva dentro.

¿Otra actividad que te provoque emociones?

Hacer fotos, viajar y captar los paisajes con la cámara.

¿Has visitado muchos países?

Disfruto salir y conocer culturas.

¿Qué lugares te han impresionado?

Estuve en Italia, conocí el Coliseo Romano, también llegué al Vaticano, estuve en la Torre de Pisa.

¿Qué sensación te generó?

Una emoción especial. Todo lo que había aprendido en el colegio, lo tenía frente a mí.

Tengo la idea de que vas ‘mochileando’.

Si voy representando una marca llevo muchas maletas, pero si voy a conocer, solo una mochila.

Debes dominar el inglés.

No. Me comunico utilizando el traductor.

¿Ya te acostumbraste a los vuelos en avión?

En Europa prefiero movilizarme por tierra y voy conociendo más.

Sirena Ortiz habla con Trome
Sirena Ortiz habla con Trome

¿Cómo te trasladas?

Subo y bajo de los trenes.

¿Se come rico?

Soy puro KFC para ahorrar.

Lo que sí debes probar son los potajes típicos de cada país.

La verdad soy especial para las comidas. Prefiero las carnes, cosas que ya conozco y evitar lo que me puede caer mal.

Sirena y la actuación: Desde niña veía ‘RBD’ y también todas las ‘Marías’ de Thalía.

Vamos a tu profesión. ¿Es normal que te presentes a un casting y te digan que no encajas en el perfil del personaje?

Se da en la mayoría de veces.

Y eso no te lleva a la conclusión: ‘Bueno, creo que mejor me dedico a otra cosa’...

Puede pasar porque no te llaman, que no pasas, pero siempre tuve a mi hermana con la que nos motivamos a no desanimarnos.

¿La actuación la llevas en el alma?

Desde niña veía ‘RBD’ y también todas las ‘Marías’ de Thalía.

¿Tres condiciones para el arte?

Perseverancia, responsabilidad y no dejar de estudiar.

¿Algo más?

Ponerle pasión.

¿Eres feliz cuando estás en escena?

Puedo grabar todo el día y me canso, pero lo hago con amor.

¿Por qué debemos sintonizar ‘Eres mi sangre’?

Es una historia original, que se vive diariamente en nuestro país. Hay cosas reflejadas de nuestra realidad.

Que todo siga muy bien.

Gracias a ustedes.

La encontramos grabando, terminó de conversar y volvió a ponerse en manos del director. Con la sonrisa dibujada en el rostro, su alegría me recuerda una sentencia del filósofo Jean Paul Sartre: ‘La felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace’

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