
Por las calles de Barranco, en una plazuela que parece abrazada por la brisa del mar, está sentado en una banca de madera con su motocicleta al lado, mochila ligera sobre sus espaldas y unos lentes oscuros. Rodrigo Sánchez Patiño revisa su teléfono, mientras espera nuestra llegada. El actor se ha convertido en estos días en el coronel Juan Valer, protagonista de la cinta ‘Chavín de Huántar: El rescate del siglo’, y no anda buscando ser entrevistado o queriendo estar en portadas de los medios. Es perfil bajo. La exposición mediática no es lo suyo. La fama lo ha ‘capturado’, pero él sigue igual.
La ruta de los sueños puede ser una carretera empedrada, pero también se puede convertir en un camino asfaltado por tu convicción y la ilusión de cumplir tus anhelos. Rodrigo Sánchez Patiño es un actor que disfruta de su arte, a pesar de que no todo es color de rosa y muchas veces son más los días grises que llenos de sol. Es protagonista de la cinta ‘Chavín de Huántar’, que rompe taquillas en los cines. Él ama lo que hace, disfruta cada actuación, sabe que la mayor recompensa no será el dinero, sino la felicidad de hacer lo que más le gusta
Rodrigo, estás en la cresta de la ola...
La gente ahora me dice ‘Chizito’, el apelativo del militar que me tocó interpretar.
Guarda ahí, eso en Perú tiene otra connotación...
No, no, ja, ja.
¿Por qué tenía esa ‘chapa’?
Era colorado.
La película ha pegado mucho...
Es full acción.
¿Tenías formación militar?
Para nada. Antes de grabar entrenamos con los ‘comandos’ casi un mes.
¿En qué consistió eso?
Básicamente, cómo agarrar las armas. Con las que trabajamos eran reales, aunque estaban descargadas.
¿Imaginaste que la película iba a provocar tantas emociones?
No tenía ni idea.
¿Te la creíste?
En cada ‘chamba’ le meto todas las ‘balas’ y es la manera correcta de hacerlo. En Perú hacer cine es bien difícil, no hay una industria y no sabes cómo te va a ir.
Por eso siempre se pide que apoyen al cine nacional...
Siento que uno no debe ir a ver solo porque es película peruana.

¿Se gana muy bien?
En el cine no, la verdad que en mi ‘chamba’ nunca, je, je, je.
La gente cree lo contrario...
Recibes pagos de acuerdo con el personaje que te toca.
¿Si eres protagonista es un ‘billetón’?
No.
¿Por qué sigues?
Nos gusta, aunque casi siempre no te va bien.
¿Si pagaran después de la grabación y de acuerdo con la aceptación que tuvo con el público?
Ahorita estuviera ‘ganador’.
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En las salas, cuando acaba la película, la gente aplaude...
Nos está uniendo como país. No divide en sesgos políticos.
¿Eso es el arte?
Personalmente, mi trabajo no lo hago para educar o ser moralista, sino para contar historias.
¿Hasta cuándo te llamarán ‘Chizito’?
Cuando la cinta salga de cartelera la gente se va a olvidar.
¿Este momento de ‘fama’ no te la crees?
Jamás me he quedado con un personaje que me tocó representar.

¿Te encanta ser actor?
Sí. Haría mi trabajo gratis, me apasiona.
¿Sigues subiendo a los micros para trasladarte?
Ahora lo estoy evitando.
¿Por qué?
Como está todo en plena euforia, alguien me va a pedir una foto y voy a terminar incomodando a los que no quieren ni piden.
¿Entonces?
Cuando todo pase, regreso a subir a uno.
La gente se va a sorprender por lo que dices...
Es la vida normal de cualquier persona, la forma de movilizarse.
Rodrigo Sánchez Patiño y su afición por el fútbol
¿Eres un amante del país?
Desde el lugar donde estoy intento cumplir con las normas cívicas y respetar a los demás.
¿Renegaste con el tricampeonato de Universitario siendo tan hincha de Alianza Lima?
Obvio, pero así es el fútbol.
¿Debe seguir Hernán Barcos?
Por supuesto. No pueden sacarlo al ‘Pirata’.
¿Y Paolo Guerrero?
Es un crack y debe quedarse hasta cuando quiera jugar.
Por la edad, en Matute piensan que solo debe quedarse uno...
Menos mal, no soy dirigente para tener que tomar esa decisión.
¿Has pasado mucho tiempo sin trabajo?
Muchísimo, incluso años.
¿Ejemplo?
En 2024 no trabajé en ninguna novela, solo hice la película que se graba un mes y nada más.
¿Qué hiciste?
Estuve en el teatro con ‘Los hombres no lloran’, nos fue bien y eso nos ‘paró la olla’.
¿Y qué se hace para sumar a la economía?
Hay que reinventarse, doy talleres y es ahí donde comparto toda mi experiencia acumulada durante años.
¿Te gusta la política?
No, menos la peruana.
¿En serio?
Estoy alejado y quiero hacerlo cada vez más.
Lo que si no dejas es el deporte...
Me gusta hacer pesas, juego tenis, también hago natación a mar abierto. Me obsesiono por temporadas con alguna disciplina y compro todos los implementos.
Eso sí que es caro...
Todo lo adquiero por ‘Temu producciones’, ja, ja.
Hay gente que ve a un chico extrovertido y dice que puede ser actor...
Tres cosas, creo yo, debe tener alguien que anhele estar en el arte: Apertura de mente, estar preparado físicamente y creatividad.
¿Ser un arriesgado?
Hay que ser un ‘kamikaze’ en el arte y en la vida.
Muchas gracias y felicitaciones...
Un abrazo a todos ustedes.
Antes de posar para las fotos le dijo al fotógrafo Allengino Quintana: ‘Me pongo en tus manos, no soy fotogénico’. Tres jóvenes pasaban por el lugar y uno se animó a pedirle una foto y lo hizo con amabilidad. Por su actuar y manera de caminar por la vida parece seguidor del escritor argelino Albert Camus, quien aseguró: ‘La fama es muy fácil de obtener, lo difícil es merecerla’.












