La genial Nancy Cavagnari, recordada por su personaje ‘Elsa Pito’ y sus imitaciones de Yola Polastri, Rafella Carrá y Verónica Castro, narró a Trome cómo fueron sus inicios artísticos en su ‘Callao querido’, de donde también es Andrés Hurtado, ‘Chibolín’, a quien llevó a la TV. Hoy, la actriz se alista para su regreso al cine en la película ‘¿Ahora somos tres? Sí, mi amor’ que se estrena el 25 de enero.
Nancy, ¿a qué edad ingresas al mundo artístico?
Yo nací artista como dice mi mamá, por parte de la familia de ella todos son artistas y mi papá era músico. Mi hermano Ítalo era un gran contador de chistes y Barraza (Miguel) y ‘Melcochita’ iban a mi casa para peguntarle sobre sus chistes, y ellos luego lo hacían en sus shows. Desde niña me gustó bailar y veía en la televisión el show de la Tongolele. Mi mamá no quería mucho, pero mi papá le decía: ‘Déjala Adela, esta chiquita será artista’, y aún estaba en el colegio.
¿Cómo das el salto a la TV?
Al Perú llegó Dámaso Pérez Prado y trajo su baile el ‘dengue’, y el periodista Guido Monteverde convocó a un concurso en la Plaza de Acho para el baile que hacía con su bailarina Daysi Guzmán. Me apunté con un amiguito del barrio, recuerdo que mi mamá agarró la plata de la comida para hacerme mi vestuario. Gané y ese día estuvo Tulio Loza allí y cuando hacen la foto salgo a su lado. Quién iba a imaginar que años más tarde trabajaría con él.
¿Y después?
Bueno, con mi hermano tenía un grupito musical con el que nos presentábamos en el programa ‘Cita con los niños’ que salía por Canal 9. Sigo un tiempo allí hasta que una amiga del colegio me dijo que el tío Johnny estaba haciendo un concurso de baile. Mi mamá ya no quería, pero le mentí para inscribirme y con mi amiga llegué al canal 5. Cuando estaba en la cola vi al tío Johnny y a su hija, a ella la saludé y le dije al de seguridad que venía a bailar. La ‘Chichi’ (hija del tío Johnny) me vio bailar, le gustó y quedé.
Es cuando viene tu despegue...
Es ahí que Efraín Aguilar me llama para ‘La gran revista’ con Armando Barrientos. Luego el ‘Pinocho’ con Tulio Loza se ponen de acuerdo para que imite. Cuando Tulio me ve le recuerdo lo del concurso de baile y me adopta como su hija. Me dan el guion para estudiar mi primera imitación, yo no quería porque me chupaba, pero Tulio me dijo ‘vas a ganar platita, tú produces petróleo’. Tu personaje se va a llamar ‘Elsa Pito’, con su doble sentido, te vas a vestir como achorada. Así fue que aparecí con el personaje al lado de Tulio y Aurora Aranda. Ahí la prensa empieza a destacar mi trabajo. Luego Efraín me dice: La semana que vienes vas a hacer a Yola Polastri y yo: Noooooo, pero igual me mandé. Fui a su set para verla. Ella me vio y me preguntó si iba a imitarla, le respondí que no; mentira, estaba estudiando sus gestos, cómo hablaba y decía: Acá la estrella soy yo, váyanse para atrás (a los niños). Yo saqué eso de ‘cuatro tro tro’, a ella no le gustaba que la imite, eso lo hice en el programa de Tulio primero, porque lo de ‘Risas y salsa’ fue otra época.
Luego viene ‘Risas y salsa’...
No, continué en el programa de Tulio y me pidieron que imite a Celia Cruz, pero la voz no me salía y tuve que tomar chocolate caliente con clavo y canela para que me salga la voz media guarapera y el ¡azúcar! Cuando hago esta imitación me invitan a Chile para unos shows por tres días y me quedé un mes. Allá canté en los mejores locales y hasta con la orquesta de Viña del Mar. Cuando hice el personaje de Verónica Castro, luego me proponen hacer de Liza Minnelli, pero tenía que regresar porque me iba a casar y mi hermana me dijo que iban a sacar un programa llamado ‘Risas y salsa’. Antes de volver de Chile hice la imitación de Rafaella Carrá, fui una diva de mi época.
Regresas y te sumas al elenco...
Sí, me dicen vas a trabajar con Adolfo Chuiman, Barraza, todos los grandes, en esa época todavía no estaba Giselita (Gisela Valcárcel), ni ‘Chibolín’, más bien él le rogaba a mi hermana para que lo lleve al canal. Andrés hacía shows infantiles como payasito en mi barrio, en la Perla (Callao). Un día llegó a la casa de mi hermana vestido de payasito, flaquito, con su cara pintada con oxido de zinc y me hizo reír, también bailaba bien. Conversamos y me dijo que le diera una oportunidad, nos tomamos tres cervezas que él compró, le dije que guardara su platita y lo cité el lunes en mi casa para llevarlo al canal. El gerente del canal me cuadró porque lo llevé sin su autorización, pero insistí para que le diera una oportunidad. En ese tiempo estaba Julio Zevallos en el cuerpo de baile y Julio indicó que sí bailaba, se quedó y a la semana firmó contrato, pero no se acuerda, pero yo le agradezco que le dio luz a ‘Ancora Tenores’ donde está mi hijo; siempre veo su programa los sábados. A veces me caía en mi casa con una botella de whisky con su enamorada, que era una chica que bailaba conmigo, Marilú Montiel.
‘Risas...’ termina y ¿qué haces?
Bueno, ‘Risas...’ muere y a mi casa va Raúl Dávila, productor de Carlos Álvarez, para que me sume a su elenco. No me puedo quejar, fue una linda etapa con él y de ahí pasé a ‘Bien por casa’, hice buenos amigos. Luego me llamaron las productoras para cambio de voces en los comerciales y esa ha sido mi chamba. Después vinieron las películas. La primera que hice fue con Carlos Alcántara, después ‘El 10 de la calle’, ‘Once machos’, ‘Misterio’, las telenovelas, series y hoy la película ‘¿Ahora somos tres? Sí, mi amor’, que se estrena este 25 de enero y hay una sorpresa porque salgo calata, ja, ja, ja... mentira.
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