Todo empezó entre números y gritos invitando a subir. Era una mezcla de ciencia y bulla. es un actor que destaca en , con un pasado que atrapaba el porvenir, pero que decidió cambiar por uno que abrace su corazón. Esta es una vida con decisiones extremas, pero con la convicción bien puesta.

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Luis José, ¿por qué no te pusieron José Luis?

El primer nombre es por mi papá y el segundo por mi abuelo. Me quiso dar una particularidad.

Otra singularidad es que ibas a ser ingeniero industrial.

Estaba en el sétimo ciclo en la Universidad del Callao, pero decidí seguir actuación.

¿Qué te dijeron en casa?

Mi padre se ‘loqueó’, usó sus tácticas para persuadirme.

¿Cómo cuáles?

Lloró para que no deje mi carrera, me aconsejó que acabe.

Y como no te pudo convencer, ¿cuál fue su reacción?

Me comunicó que en la casa no me iba a faltar nada, pero que yo mismo me pague mi otra profesión.

Tremendo ‘golpe’...

Sí, pero hoy se lo agradezco. A veces la comodidad te lleva a la mediocridad.

Continúa que esta historia se pone interesante.

Fue un día saliendo de mi hogar que me encontré con mi amigo José Luis Salazar, lo llamaban ‘Chester’, tenía problemas en sus piernas y solo podía manejar su mano derecha.

¿Dónde lo viste?

El vendía caramelos en la puerta del mercado, además pintaba cuadros.

¿Qué experiencia viviste con él?

Le conté que no tenía dinero y me recomendó: ‘Vende en los micros y eso te ayudará en lo que deseas estudiar. Perderás miedo a la gente, porque subirás y nadie te querrá escuchar y debes convencerlos de que te atiendan y te compren’.

¡Un sabio!

Me agregó: ‘Anda bien limpio, presentable, que muchos suben desaliñados. Ganarás calle y concha’.

Luis José Ocampo en entrevista para Trome. (Foto: Allengino Quintana)
Luis José Ocampo en entrevista para Trome. (Foto: Allengino Quintana)

¿Hiciste caso?

La primera vez subí con mi bolsa y no me animaba, luego me fui a otro micro y pasó lo mismo. Cuando se acabó mi dinero para volver a casa, empecé a vender llaveros, por fin.

¿Una anécdota?

Un cura iba en el bus y me dio su bendición.

¿Cuánto duraste en ese oficio?

Tres meses y como jugaba fútbol, un ‘causa’ me avisó para que lo ayude a cobrar en su combi.

¿Cuál era tu ruta?

Empezaba en ‘Minka’, avenida Colonial, Elio, parque Cánepa, Gamarra, San Juan de Lurigancho.

¿Se gana bien?

Empecé con 100 soles diarios. Arrancaba a las 5 de la mañana.

¿Verdad que se come todo el camino?

Huevito de codorniz, sandía.

¿Con la ‘cutra’ sacabas más?

No, porque era mi amigo y me estaba ayudando. No sería desleal con alguien que me da trabajo.

¿Qué recuerdos?

Me llamaban ‘Blanco’, ‘Buena, colorado’ y no entendía nada. Me parecía una locura.

Entiendo que juegas bien...

He peloteado en la Liga de La Victoria, en el Barrio Obrero, mi profesor era el exjugador Silverio Gonzales.

¿Y te llevabas bien con tus compañeros?

Sí y eso que era recontra sanazo. Me decían ‘San Isidro’, porque en ese tiempo vivía en ese distrito.

Luis José Ocampo en entrevista para Trome. (Foto: Allengino Quintana)
Luis José Ocampo en entrevista para Trome. (Foto: Allengino Quintana)

¿Te han dicho que te pareces al arquero Raúl Fernández?

Claro, en el barrio.

¿Salsero?

También he vivido en la Ciudad del Pescador (Callao) y los bravos me respetaban. Es que mi mamita es una mujer hermosa y todos querían conocerla, je.

¿Un grupo?

Me encanta ‘Niche’ y su tema ‘Una aventura’ (canta).

¿Otro?

El genial Frankie Ruiz.

¿Te gusta ser reconocido en la calle?

Me conmueve que lo hagan.

¿Eres sencillo?

Siempre le doy tiempo a cada persona que me pide una foto,

Aseguran que ser conocido ayuda.

Iba en un taxi y una moto, donde iban dos muchachos, empezó a seguirme.

¿Te querían ‘cuadrar’?

Estoy seguro que sí, en eso nos alcanzaron y uno al verme me dijo: “Oe’ mano, eres del Callao, batería elegante, mándame un saludo”. Grabó mi mensaje y se fue.

¿Las chicas se mandan?

A veces, pero uno debe ser respetuoso.

¿Te has encontrado con alguna muy ‘lanzada’?

Si y le he dicho: ‘Tranquila, quiérete’.

Muchas gracias por mostrarnos tu interior.

Gracias al diario y al público por seguirnos en ‘Luz de Luna 3′.

Se fue como llegó, sin poses, mostrando lo que es, sin ocultar su pasado, disfrutando su presente. Alguna vez Ralph Waldo Emerson, filósofo estadounidense, sentenció: ‘El entusiasmo es la madre del esfuerzo y sin él jamás se consiguió nada grande’ y el actor lo sabe muy bien.

Luis José Ocampo en entrevista para Trome. (Foto: Allengino Quintana)
Luis José Ocampo en entrevista para Trome. (Foto: Allengino Quintana)

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