'La chola chabuca' dejó ingresar a Trome al amplio clóset artístico que tiene en su casa.
'La chola chabuca' dejó ingresar a Trome al amplio clóset artístico que tiene en su casa.

‘La Chola Chabuca’, el colorido personaje que tiene más de tres décadas entreteniendo al público y que todos los sábados ingresa a nuestros hogares a través de la señal de América Televisión, nació en los ochenta. Su creador, Ernesto Pimentel, vivió episodios duros en su niñez, pero estos obstáculos no lograron vencerlo sino fueron su motivación para seguir adelante. En esos años, Pimentel se ganaba la vida contando chistes, en los café teatros de la época, sobre una peculiar ‘cholita’ a la que ‘materializó’ al coger los quince soles que tenía ahorrados para ir al mercado ‘Dos de mayo (del Callao)’, donde compró su primera pollera que hasta hoy conserva.

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Hace unos días, Pimentel nos abrió las puertas de su hogar para ingresar a la amplia habitación, que tiene en el tercer piso de su casa, donde está su clóset artístico y tiene más de mil piezas, entre polleras, gigantescos zapatos, chalecos, plumas y otros accesorios que emplea para caracterizar a la chola más popular de nuestro medio.

Las polleras son mi capa de Superman, son cosas que amo, me encanta, es algo que me hace sentir bien y agradecido. Hay mucha historia y arte detrás de cada una. Mis polleras me han permitido recorrer el mundo. Me llevaron a trabajar para el Gobierno de Panamá, Colombia, Venezuela, Europa, Estados Unidos. Cuando me pongo las polleras nada me duele, pero cuando me las saco empiezan los problemas”, dice Pimentel al subir las escaleras para ingresar a su colorido mundo.

CERO CANJES

Mientras Ernesto camina por su amplio clóset, se acerca a uno de los estantes donde están las polleras colgadas, saca unas tres prendas para mostrarnos ‘el arte’ que hay en cada uno de estos faldones que hoy pueden superar los 1400 dólares.

Cada cierto tiempo compro nuevas polleras y me cuesta desprenderme de las que voy a reemplazar porque tienen un valor, más que monetario, sentimental para mí, una historia distinta. He recorrido ciudades como Cusco, Puno, Ayacucho, Arequipa, Moquegua para mandar hacer las prendas y también me he paseado por el Baratillo de Gamarra para buscar nuevos modelos. Trabajo con reconocidos diseñadores peruanos como Julio Cajas, Emilio Montero, Toño Márquez, Alex Segura, Beto Pinedo, Meche Correa, Aquilino Ramos, Ricardo Dávila, Mocha Graña, Josué Garagay, entre otros”, precisa.

Chabuquitaquedaok

Pimentel, es un gran admirador del arte de Sonia Morales, Fresialinda, Yarita Lizeth y Amanda Portales, a quienes no duda en preguntar dónde hacen sus polleras para adquirir la suya. Eso sí, recalca que no pide canje, pues respeta el gran trabajo que hacen los diseñadores locales.

EN APRIETOS

Las polleras no solo le han traído alegrías a Pimentel, también le han hecho vivir algunas curiosas anécdotas, pues en una oportunidad se hospedó en un hotel de provincia donde le robaron su pollera, también se ha privado de comer o beber agua para no ‘ir al baño’, pues es bastante difícil con más de 15 prendas encima.

“Una vez caracterizado, mi peso aumenta entre 15 a 25 kg por las prendas que llevo, así que no como por más horas que pasen. Alguna vez ‘me ha ganado’ y se me han mojado hasta los zapatos”, dice entre risas.

A esto también se suma que hace unos meses viajó a Puno para que el confeccionen una nueva prenda, pero ‘lo cabecearon’ y hasta el momento no le entregan la pollera valorizada en más de 4 mil soles.

Ernesto también es consiente que vivimos en un país de prejuicios y en alguna oportunidad le han hecho comentarios malintencionados al lucir sus polleras, sin embargo, resalta que vive orgulloso de su arte porque más que un disfraz, ‘La Chola Chabuca’ es un personaje de mucha identidad a quien aprendió a admirar.

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