
Korina Rivadeneira conmovió a sus seguidores al revelar que atraviesa un difícil problema de salud. A través de un video publicado en su cuenta de Instagram confesó entre lágrimas que fue diagnosticada con alopecia por estrés emocional, una condición que le provocó una fuerte caída de cabello y un profundo desgaste mental.
“Hace cinco meses empezó esta tortura. No solamente estaba perdiendo un montón de pelo, sino también la calma. Estaba trabajando muchísimo, dormía poco o nada y, constantemente, durante el día me invadían pensamientos que me saboteaban”, relató.
La actriz venezolana recordó que al principio no entendía lo que sucedía con su cuerpo. Pensó que era algo pasajero, pero el problema se agravó con el paso de las semanas.
“El pelo se me caía a montones, me despertaba y ya había pelo en la cama, me bañaba y salía un montón más. Durante el día ni me tocaba el pelo porque sabía que me iba a salir hilitos”, confesó, evidenciando la angustia que vivió durante ese proceso.

Su miedo se transformó en desesperación cuando temió quedarse completamente calva. Ante ello, decidió acudir a un especialista que le explicó que la causa era emocional.
“Lo que tenía era una alopecia por estrés emocional. Me dijo que el pelo se me iba a caer por unos meses de forma agresiva y es así como funciona eso”, contó Rivadeneira.
Korina Rivadeneira revela el tratamiento que la ayudó
Pese al duro diagnóstico, Korina no se rindió. Empezó un tratamiento intensivo para recuperar su salud capilar y emocional. “Tratamientos, spray, pastillas, tratamiento de mesoterapia, tratamiento de vitaminas, proteínas… Todo dio sus frutos":
“Ya no se me cae el pelo, estoy aprendiendo a escuchar mi cuerpo, emociones y pedir ayuda cuando lo necesito”, detalló, agradeciendo al equipo médico que la acompaña y al apoyo de su familia.
Durante su testimonio, la actriz reflexionó sobre la presión que implica mantener un ritmo de vida acelerado: “No puede ser que me haya cerrado, bloqueado. Cuando estoy con mis hijos, los disfruto y me hacen feliz; cuando no, es como que me cierro, y eso no está bien”, señaló, reconociendo que el estrés y la autoexigencia la habían llevado al límite.
Finalmente, la exintegrante de Esto es guerra aseguró que, aunque aún está en proceso de recuperación, se siente más tranquila y conectada consigo misma.
“Estoy aprendiendo a pedir ayuda y a escuchar lo que mi cuerpo me quiere decir. No hay que esperar a que el cuerpo grite para reaccionar”, concluyó.











