Antes referirnos a Kike Suero era sinonimo de ampay, juergas y denuncias, pero sin embargo esos adjetivos, como el afirma, “ya son parte de mi pasado, he colgado los chimpunes”.
Y es que el cómico desde hace más de un año, ya no es portada de los diarios o noticia de los programas de farándula y menos los policiales, hoy a sus 55 años, dice que su vida cambió.
- ¿Te has entregado a alguna religión?
No es que vaya todos los días a una iglesia, pero soy cristiano al igual que toda mi familia. Siempre estoy agradeciendo a Dios por esta nueva oportunidad de vida. He llegado al punto que las juergas. ya no es lo mío.
- ¿Ya no tomas?
Tomó mis tragos, pero ya no en la calle, ni me amanezco juergueando. Ahora me tomó mis chelitas en mi casa con Vicky (Torero su pareja). Disfruto más estar en mi casa con mi familia, cocinarles, ver películas que estar en la calle malgastando mi dinero, esa vida ya fue. En la calle nunca encontraré lo que tengo en casa.
- Cocinas, o solo haces la finta, compras comida y la haces pasar como tu especialidad?
De verdad cocino, y eso lo aprendí de mi madrecita. Ella hacía buffet, y yo la asistía, pelaba ajos, picaba cebolla, ella me enseñó, por eso heredé su buena sazón, prueba de ello es que nadie se ha muerto al probar mi comida, solo se ha dado infección (risas), mentira.
- Ahora eres todo un hombre hogareño?
Sí, y eso te lo puede confirmar Vicky. Aunque no lo crean, soy otra persona, hasta yo me sorprendo de mi cambio. Uno a veces debe pasar por mil cosas para sentar cabeza, y a mi me paso, por eso ya no me ven en ampay, escándalos, ni me van a ver, bueno, eso espero, (risas)
- Vicky, Kike es otro?
Sí, mucho se ha podido decir de él, pero del Kike que se hablaba antes ya no queda nada. Es responsable con todos sus hijos, en nuestro hogar y en el trabajo. No me da motivos para desconfiar de él.
K: Mi vida está centrada en ser una persona responsable, que a mis hijos no les falte nada y respetar mi hogar. Si quieren decir que soy un saco largo, no me avergüenzo, porque he colgado los chimpunes, estoy feliz, estoy enamorado.
- O sea, en ‘El Reventonazo de la chola’ ya no tienen que cruzar los dedos para que llegues a las grabaciones?
Uy, antes los hacía padecer, porque me desaparecía, llamaban a toda mi familia pero ni yo sabía dónde estaba. Eso ya no pasa, ahora llego puntual, por eso estoy agradecido a Ernesto Pimentel por la confianza, por esta nueva oportunidad, yo le di mi palabra, no le voy a fallar.
- ¿Siempre quisiste ser cómico?
Sí, pero mi papá no, él era marino mercante, fue soldador, por eso nos enseñó a soldar, y dos de mis hermanos son soldadores, pero a mi me jalaba hacer reír. A mi papá le gusta también cantar, expresar lo que sentía, y es por él que empiezo a perder la vergüenza ante el público.
- ¿A qué edad empiezas a hacer tus pininos?
Chibolito, a los 13 años. Por mi barrio en el Callao, llegó el circo de Perejil, les llevaba agua, y el señor me dejaba entrar gratis con mi familia. Luego empecé a trabajar, hasta que un día pasó, que al asistir a una bailarina, mi pie se enreda con la alfombra y me caígo, me levante mareado, me fui caminando en zigzag hasta la puerta por donde salían los artistas a escena, y durante todo ese recorrido la gente se mato de risa. El dueño me dijo, quiero que eso lo hagas todos los días, yo feliz, pero la verdad, es que saque el ancho, estaba mareado de la caída.
- Ahí fue tu inició como cómico?
Sí, ahí me disfrazaba como payasito y hasta para fiestas infantiles. Ya luego empecé a vender caramelos en los buses con mi amigo Loncherita, éramos amigos del barrio. Para que nos compren los caramelos contabamos chistes, es así que empiezo como cómico ambulante.
- Si comparamos tu trabajo en la calle y el de la televisión?
¡No!, ni punto de comparación. Cuando empecé en televisión, algunos cómicos me pusieron cabe, no me dejaban hablar, y son cómicos conocidos que prefiero no dar nombres, pero por respeto me quedaba callado. Los que me dieron la mano, me daban consejos era mi tío Melcocha y Tulio Loza, me decían, bien muchachito loco, me dejaban hacer mis chistes. Lo que hicieron conmigo en mis inicios, yo no lo hago con los nuevos.
- Seguro era por celos?
No tendrían por qué, ya eran cómicos de nombre, pero bueno. Yo poco a poco empecé a demostrar lo mío. De haber trabajado como payasito, vender caramelos, ser cómico ambulante, a la actualidad, sigo guardando la humildad y el respeto al trabajo de todos.
- Kike te va bien en el trabajo, en el amor, y en relación a tus hijas con Geraldine Quesada, ¿estás cumpliendo?
Por supuesto, cumplo con pasarle la mensualidad. La señora quiso revocar mi libertad porque no pagué el devengado de alimentos, pero de dónde iba a sacar 30 mil soles. Hable con el juez y me lo fracciono, estoy cumpliendo. La señora siempre trata de dañarme, me acusó de tocamientos indebidos contra mis hijas y después de una ardua investigación, salió que todo fue una calumnia y acaso los jueces hicieron algo contra la señora que me acusó de un delito tan delicado que al final fue falso, no, todo quedó ahí, y el perjudicado fui yo, pero hay un Dios que lo ve todo.
- ¿Ves a tus hijas?
Desearía verlas, pero me da miedo, porque no sé qué pueda inventar la señora y de nuevo perjudicarme. Todo se lo dejo en manos de Dios, deseo no tener más problemas con la señora y que sea feliz con su pareja.
- ¿Cómo tu lo eres?
Por supuesto, yo soy feliz, vivo tranquilo, es más hasta con mi expareja Cecilia Carrasco (su primera esposa) me llevo bien, ella es mi causa, mi amiga, y Vicky es mi amor. Ahora me va bien en el amor y el trabajo, que más le puedo pedir a la vida.
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