La vida le enseñó a Karla Tarazona que es mejor ir paso a paso, con pies de plomo, para no volver a cometer los errores del pasado. Afirma que la relación que tiene ahora con Christian Domínguez es más madura, ya no están en peleas de chibolos y él le ha demostrado con hechos que ha cambiado.

Karla, si te digo Christian Domínguez, ¿qué es lo primero que se te viene a la mente?

Paciencia, buen humor, ja, ja, ja.

Yo pensé que me ibas a decir amor...

No, es parte de mi vida. Estamos en una relación, sí pertenece al amor, pero ya no es como años atrás que decía : ¡Ay, el amor de mi vida! No, pies de plomo.

¿Ya aterrizaste?

Sí estamos aterrizados.

Eso está bien porque uno aprende de la vida...

Sí, es cierto. Tomo las cosas de otro punto de vista, más madura. Sí, todo bonito en la relación, pero hay otras cosas más importantes.

Por ejemplo, ¿ahora cómo definirías la palabra infidelidad?

Nada. Yo siempre he dicho que para mí la lealtad es muy importante. Me ha costado con los años entender muchas cosas, si bien es cierto le di una oportunidad (a Christian) y todo eso, pero la lealtad para mí sigue siendo importante.

¿Con eso no se transa?

No, no hay transacción, negociación, ni departamento ni carro, ni nada que lo valga.

Y en una situación hipotética, que espero que no suceda, a la primera que falle, chau...

Es que él sabe que el que más va a perder es él. Ya le he dicho que tenemos 42 años de vida, ya no somos unos chibolitos de 15 años y tenemos proyectos de vida, hijos grandes, tienes mucho que perder y al final el que va a perder es él.

¿Te ves casada? Es que has tenido varios matrimonios.

Estoy en una etapa de mi vida, en verdad, que el matrimonio no me jala y, mira, es irónica la vida porque cuando él no estaba divorciado y yo tampoco, nos casamos simbólicamente. Ahora que ambos estamos libres para casarnos, no hay el apuro de hacerlo.

¿Pero está en proyecto?

Proyecto sí, pero no ahorita. Como te digo, hay otras prioridades, quizás casarnos pero no este año.

A pesar de todo lo que pasó entre ustedes, él siempre ha estado presente en la vida de tus hijos.

Ha cometido sus errores, como cualquier papá, cuando nos separamos. Pero yo creo que lo más importante es ver cómo una persona que se ha equivocado, en vez de hablarlo, tiene acciones y tú dices: ‘Sí, aprendió’. Él como papá, durante todo este tiempo, a mí me ha sorprendido porque es una persona que con acciones está demostrando que los errores que cometió los ha enmendado.

¿Tú consideras que la relación que tenías antes con Christian, de tu lado, era un poco tóxica?

Es que la gente sigue creyendo que soy tóxica, ja, ja, ja, y déjame decirte que no es así. Yo soy una persona que cuando tiene pareja me gusta apoyar mucho y empujar bastante e ir de la mano para progresar juntos; soy demasiado abierta.

Entregas todo...

Creo que al final ese ha podido ser uno de mis errores. A veces dejo mis propios sueños para que la otra persona consiga lo que quiere.

Pero eso no es bueno...

Exacto, porque normalmente cuando hice eso me pagaron supermal, entonces ahora ya no es así. Y lo bueno es que con los años nosotros hemos logrado complementarnos muchísimo en la parte laboral.

Paran todo el día juntos...

Nos contratan juntos. A veces dicen ‘pero por qué paran juntos todo el día’ y aunque no lo crean nuestra chamba nos permite estar juntos. Y a veces le digo: Anda tú solo, no fastidies.

¿También se dan sus espacios?

Sí, cuando hace sus shows, incluso hay conciertos que tiene acá, en Lima, que yo ni siquiera voy porque le he escuchado decir tantas veces que me aburro, y me quedo en mi casa. Tengo mi vida propia, salgo con mis amigas, no a discotecas porque no me gusta mucho.

No eres el FBI como Samahara Lobatón...

No, creo que eso me falta. A mí me da risa cuando me dicen tóxica porque televisivamente he proyectado eso, pero yo siempre conté el por qué lo hacía.

¿Por qué?

En algún momento de mi vida esa fue mi coraza para contar cosas que pasaban en mi vida personal. Entonces yo quise imponer la imagen de una mujer así, tóxica, pero en realidad mi vida personal era totalmente distinta y con los años ya se quedó esa imagen. Pero yo no soy así, ni siquiera con mis hijos. Mi vida personal dista mucho de lo que pueda pasar en televisión.

¿Tu hijo mayor ya tiene enamorada?

Bueno, ahorita está solo.

¿Por qué tanta seriedad? Celosa eres...

No soy celosa. Al contrario, cuando me ha dicho que tiene enamorada, me la ha presentado y he conocido hasta a la mamá. Mejor yo los invito a mi casa, que estén cerca.

¿Para qué?

Para chequear, una nunca sabe. Los tiempos han cambiado tanto, pero igual, gracias a Dios tengo unos niños maravillosos, tranquilos, dentro de lo normal, con sus cositas de preadolescente y adolescente.

¿Y te ves con una niña?

Mira, ya tengo 42 años, sí podría, pero me pongo pensar mucho en lo que tengo que darle a mis hijos. A mí me gusta vivir bien, por eso me ‘rompo el lomo’ trabajando, el costo de vida de mis hijos es bastante alto. Entonces, tener una niña ahorita es empezar de cero porque Valentino (su hijo menor) tiene 9 años; otra vez a cambiar pañales, amanecerse. Yo creo que si pensara en tener una hija no sería ahorita, tendría que esperar por lo menos un par de años.

¿Cómo definirías a la Karla de hoy frente a la Karla de ayer...

Soy menos impulsiva, pienso antes de decir las cosas, igual me cuesta mucho trabajo hacerlo.

¿Y el orgullo?

Todavía está intacto. Todavía tengo mis cositas ahí que hay que mejorar.

¿Y en la relación?

En el tema de la relación con Christian es muy distinto a lo que fue diez años atrás. Como yo le digo, ‘mejor nos hubiéramos conocido en esta época’, hace diez años fue fatal, letal.

¿Te has hecho un nuevo tatuaje?

Mi tatuaje dice: ‘Soy real, no perfecta’. Tengo otros que tienen que ver con mis mejores amigas, mis hijos, las fechas de sus cumpleaños.

Pero en el cuello tenías uno que decía ‘Señora Domínguez’...

No, ese fue bien borrado.

¿Ya no te vas a hacer ningún tatuaje de Domínguez?

No, lección aprendida. Ahora solamente nos hacemos tatuajes que tienen que ver con nuestros hijos.

Contenido sugerido

Contenido GEC