Juan Carlos Rey de Castro se confiesa en Trome. Foto: Brittanie Arroyo.
Juan Carlos Rey de Castro se confiesa en Trome. Foto: Brittanie Arroyo.

Por los pasillos de Latina, el capitán de fragata Martín Seminario es requerido para muchos selfis, también para grabar algún saludo y con una sonrisa reacciona amablemente a cada pedido. Es el protagonista de la novela ‘Papá en apuros’, pero nuestro objetivo no pasa por conversar con él, sino por encontrar al actor . Estaba algo somnoliento, producto de haberse puesto de pie cerca de las 6 de la mañana, disfrutando un desayuno bien criollo y con ganas de charlar.

Juan Carlos Rey de Castro se confiesa en Trome. Foto: Brittanie Arroyo.
Juan Carlos Rey de Castro se confiesa en Trome. Foto: Brittanie Arroyo.

Juan Carlos, ¿en cuántos castings te dijeron que no?

Un montón. Lo peor es que no te avisan, simplemente no te llaman.

¿Ejemplo?

Fui a México y me presenté en cuarenta audiciones y en algunas pasé a una siguiente etapa, pero al final no quedé en ninguna.

¿Entonces?

Todo eso sirve para que te recuerden si es que alguna vez necesitan para un personaje a alguien como tú.

¿No hay que desesperarse?

Ya aprendí que todo llega.

Pero debe llenarte de angustia que no aparezca nada.

No hay que temer tocar la puerta.

¿Una salida?

Hay que ser creativos y gestionar tus propios proyectos.

¿Es tan duro ser actor?

Hoy estamos con trabajo, la novela es un éxito, pero después estás desocupado por muchos meses.

¿Cómo organizar tus ingresos?

Una parte para invertir, otra para guardar y otra para gastar en el día a día.

¿Tienes otra profesión?

Soy ingeniero industrial y pude crear una empresa que me dio para vivir mientras buscaba una oportunidad para actuar.

Una característica de tu carrera tiene que ver con la vanidad.

Durante el día uso jean y polo, no me peino. Prefiero más la comodidad.

Aparte de los números y la actuación, ¿qué más te apasiona?

Jugar fútbol.

¿Tu puesto?

Marcador izquierdo, pese a ser derecho.

¿No te veo con pinta de bailarín?

Tengo buen ritmo.

Juan Carlos Rey de Castro se confiesa en Trome. Foto: Brittanie Arroyo.
Juan Carlos Rey de Castro se confiesa en Trome. Foto: Brittanie Arroyo.

¿Qué escuchas en tu auto?

Para oír el rock, pero para el baile la salsa de todas maneras.

¿Algo que jamás harías?

Mirar el celular mientras converso con alguien.

Algunos dicen que pueden hacer las dos cosas a la vez.

Es que es importante sentir la presencia total de la persona.

¿Qué más?

Entregar una sonrisa. Hacerlo de manera voluntaria, mejora tus ánimos.

¿Se pelea por religión?

Se puede creer en cosas distintas, pero si a cada uno le da paz, entonces todo está muy bien.

Resume tu afirmación.

En todos lados hay belleza, solo depende con qué lente lo miremos.

¿La ciudad vive corriendo?

Todo lo hacemos apurados. Por eso cada vez que puedo me voy al Cusco, a estar en el Valle Sagrado.

¿Una frase del ‘Ombligo del mundo’ que te gustaría se aplique en Lima?

Siempre dicen ‘falta poquito’ y en realidad es bastante, pero entienden de esa manera la vida, calmados y sin desesperarse.

Un gran abrazo por este momento de reflexión.

A ustedes, seguro que nos volveremos a encontrar para otra entrevista.

Se puso de pie, terminó con lo poco que quedaba de su sanguchito y se despidió de manera amable. Como diría el gran Dalai Lama: “Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe sonreír a los demás”.

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