Jonathan Maicelo y Samantha Batallanos recibieron a Trome en la terraza de ‘Maicelo Restobar’, ubicado en San Isidro, y contaron detalles de su relación remarcando que están muy enamorados y no descartan el matrimonio en un futuro. En estas líneas, entérese de cómo nació la relación entre el boxeador y la ‘queen’.
¿Cómo empezó su relación?, porque la verdad sorprendió...
Maicelo: Todavía sigo sin entender por qué se sorprenden. ¿Qué tiene de malo que ella y yo estemos juntos?
Nada…
M: Siento que están siendo muy prejuiciosos…
No. Lo que pasa es tú estás en el mundo del deporte y ella en el de la belleza, por eso llama la atención. ¿En qué momento se dio el match?
M: Veo más un tema de prejuicio ahí, no sé qué hay de malo. Es como decir: ‘La bella y la bestia’. Así lo siento a veces…
¿Así te sientes?
M: No me siento así. Ustedes, los medios, dan a entender eso como si fuera de otra dimensión, no sé. En cierta forma, soy más de barrio, ella es más de clase, pero tenemos varias cosas en común.
¿Cuáles?
Samantha: Cuando nos conocimos me encantó su personalidad, su forma de ser, me pareció una persona interesante. Hoy estamos juntos todo el día, entrenamos juntos.
M: Pero también salimos a discotecas, a bailar. Tomamos un par de energizantes, agua y se acabó, no bebemos…
¿Cuánto tiempo tienen?
M: Ocho meses.
En noviembre cumplen un año…
M: Cómo jugando hemos estado juntos haciéndole frente a todas las adversidades.
S: Hemos pasado muchas etapas también y hemos ido mejorando nuestra relación.
Comentaste que eres una mujer tradicional y que del matrimonio iban a hablar en algún momento…
S: Sí, soy una mujer que tiene como plan tener una familia, casarme de blanco. Las cosas ordenadas, no lo contrario. No digo que tenemos que hacerlo en este momento, pero se dará cuando nos sintamos listos.
CLASE B
Maicelo, ¿te casarás por primera vez?
M: No, por segunda vez. No tengo ningún problema en casarme con ella, al contrario, estaría feliz, porque sería el paso siguiente. Estamos muy bien juntos, a pesar de que mi carácter es diferente, tengo otra educación, pero siempre trato de entenderla, complacerla en todo lo que se pueda. Por ahí le bajo un poquito sus revoluciones de ‘queen’. Le digo: ‘Mi amor, un nivel menos, entre plebeyo y queen’. Hay clase A, B, C, a veces hay que estar en la B.
Bueno, Samantha ha estado en Dubái, en castillos…
M: Ya pues, yo la llevo acá a la playa de Miraflores aunque sea.
S: Amor, basta… Mira, yo valoro mucho que él sea una persona emprendedora, no se queda de brazos cruzados, está muy proyectado. Estoy muy enamorada de él, creo en sus capacidades y yo sí soy una mujer ambiciosa. Creo que ambos tenemos muchos sueños y los vamos a lograr trabajando juntos. Entonces, sí veo mi futuro con mucha abundancia, él también es ambicioso y tiene muchos sueños por lograr.
M: También soy ambicioso, puse dos locales en San Isidro, tengo locales en el cono norte, pienso en cosas grandes, solamente que estamos en el proceso.
Ustedes fueron a Central…
M: Así es y podemos volver a ir. Aunque el tema de reserva está complicado. Hasta el 2040 no hay reserva.
¿Cómo fue que se dio?, ¿tenían la reserva antes?
M: ¿Qué pasa? Yo tengo mi flow ahí.
¿Moviste tus influencias?
M: Claro, ahí conecté con mis chicos y sacaron la reserva de un día para otro. Para que veas que no soy cualquier cosa. Yo admiro a Virgilio, siempre lo recalco. Podemos ir a donde sea y cuando querramos. Siempre somos como una especie de Yin Yang, no como el bien y el mal, sino que ella está acá y yo estoy en medio, yo me adapto y trato que ella se adapte a algunas cosas.
¿Y ya la llevaste al barrio?
M: Sí, muchas veces, y le encanta.
¿Has comido en los agachaditos del Callao?
S: Hemos ido al mercado del Callao.
M: El mercado del Callao es una especie de agachaditos, ahí te venden tu pan con chicharrón con jugo de frutas.
S: Y es bien rico. A mí me encanta.
M: Es bien rico, higiénico y tiene las tres B: Bueno, bonito y barato.
Cuando los ven en el mercado se asombran, ella es bella y tú un gran talento del box
S: Un gran talento.
M: Yo me considero un tipo guapo. Cuando camino por la calle me la creo…
S: Además, yo soy una mujer con buen gusto.
M: Soy un moreno pepa, camino y como quiera jalo. Siempre he tenido esa actitud…
S: ¿Así? ¿Caminas y qué?
M: Y jalo por aquí, por acá.
S: ¿Jalas qué?
M: Mi amor, no seas celosa…
S: ¿Jalas qué?
M: Jalo miradas, igual que ella. Ella camina y obviamente todo el mundo voltea a verla.
¿Eres celosa?, ¿marcas territorio?
S: Yo no jalo miradas. No estoy pendiente de eso, la verdad.
M: No es que estemos pendientes, nos damos cuenta.
Ustedes son muy apasionados, supongo que hay mucha fogosidad...
S: Uy, hasta allá está (levanta las manos).
M: Veinticuatro siete. No podemos dar muchos detalles. Tenemos la energía para eso.
¿Qué edad tienes Samantha?
S: 29.
M: Yo voy por los 41.
S: Tiene 40. Es un hombre muy sexy, apasionado, tiene una energía sexual muy fuerte y a mí me encanta eso. Siento que está a mi altura. Además, es lindo, también tierno.
¿Tierno? Pero lo ven muy tosco.
S: No saben el corazón que tiene.
M: Mira, por ella haría lo que sea y la voy a proteger siempre.
¿Nada de convivir todavía?
S: Lo hemos conversado, quizá pronto. Pero por ahora estamos todo el tiempo juntos.
¿De repente para el año? ¿Has pensado en hacerle un bonito regalo?
M: Sí, de todas, algo muy bonito. Se lo merece.
¿La ‘roca’?
M: Un piedrón. Del mar lo voy a sacar. Voy a meterme al Titanic a sacar las joyas que se quedaron allí.
Te he entrevistado antes y es la primera vez que te veo tan romántico.
M: No es para menos. Estoy enamorado de ella. Lo he dicho públicamente.
¿Y cómo se visualizan de aquí pasado el año?
M: Haciendo negocios. Ella con su marca de lencería, potenciándola. Yo la acompaño a Gamarra para ver a los proveedores y ella me acompaña en Maicelo Restobar donde has visto que para lleno porque servimos bien taypá y todo criollo.
¿Cuál es la comida preferida de ambos?
Juntos: Sushi.
¿Un viaje?
M: A las playas paradisiacas.
S: Caribe.
¿Y cómo se dicen de cariño?
S: Amor.
M: De todo, mi reina.
S: Yo también le digo mi rey.
M: Hay demasiado amor, no hacen falta las palabras. Las acciones, hay acciones hasta por las hue… hasta por las puras. Mira dónde está su mano (en su pierna). No hace falta decir amor, acá se siente amor.
Gracias chicos…