¡Polémico! A pesar de que presuntamente tenía restricciones para salir del país, debido a su condena por violencia física contra la madre de sus hijos, Dalia Durán, el cantante John Kelvin viajó a Argentina para realizar unos shows.
El mismo artista dio a conocer esta situación a través de una serie de stories de Instagram, en donde se muestra compartiendo una parrillada y flyers de eventos donde realizará conciertos.
Esto ha provocado la molestia de su expareja. “Nosotros hemos ido presencialmente al juzgado, revisado la carpeta completa donde se deben solicitar los permisos, firmar y todo. Él no tiene permiso ni para viajar a Argentina o para irse a cualquier otro lado, sea exterior o provincia. Con esto definitivamente puedo ver que no le interesan las reglas, lo que ha hecho es gravísimo”, sostuvo Dalia.
Por su parte, la periodista Magaly Medina también se pronunció sobre el caso. “Él está en una etapa probatoria, si no lo hubiera hecho podría poner en riesgo su libertad”, sostuvo la ‘Urraca’.
En el marco de la estancia de John Kelvin en Argentina, el abogado del cumbiambero, Ricardo Franco de la Cuba, respondió a las preguntas de los urracos y manifestó que su defendido en ningún momento incumplió las normas que le impusieron.
“Yo recuerdo que apenas salió John, presenté un escrito al juzgado pidiendo autorización para que pueda viajar por el país, no recuerdo porqué también se iba a otro país, pero debo tenerlo por algún lado. Este permiso lo realizamos a los dos días que salió en libertad. Él no sale a divertirse, él lo hace porque tiene contratos como cantante, como artista”, aseguró el letrado.
John Kelvin volvió a protagonizar otro escándalo hace un par de meses, luego que las cámaras de Magaly Medina lo captaron saliendo de un conocido hotel campestre en Pachacamac, de dónde lo sacan cargado en un estado deplorable.
Al parecer, el cantante salió del lugar y fue a buscar a su pareja, Glenda Rodríguez, a su casa en un barrio de Canta Callao en San Martín de Porres. Sin embargo, la modelo lo botó y se fue deambulando a buscar ayuda.
John Kelvin se acercó a un grupo de jóvenes que compartían fuera de una casa. “¿Ustedes me pueden ayudar? Díganme cuánto les tengo que pagar, yo tengo plata. Vamos a la casa de mi mujer, en un edificio, vive en un cuarto piso. Si ustedes me quieren ayudar, bacán, si no me quieren ayudar, normal”, se le escucha decir en estado de ebriedad.
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