Homero Cristalli (51) cuenta que antes de incursionar en la actuación y la animación fue visitador médico y dejó la estabilidad económica por cumplir sus sueños. Eran fan de Natacha porque le gustaba Maricarmen Regueiro y se terminó casando con Laura Reyes.
Tú vivías en Argentina con tu papá, ¿por qué decidiste venir a vivir al Perú?
Porque en Argentina trabajaba de obrero metalúrgico, mientras estudiaba. Era duro, había que pagar muchas cosas y había que trabajar. Mi padre que era muy recto y disciplinado me dijo que la única forma de aprender el valor importante que tiene el trabajo, es trabajando.
Y fuiste obrero metalúrgico.
El me consiguió el trabajo. Durante año y medio fui obrero metalúrgico en una fábrica en Vélez. Me levantaba 4:30 de la madrugada, salía a las 5 de la tarde y de ahí me iba a la UBA (Universidad de Buenos Aires) a pasar con los cursos que podía de periodismo. Mi mamá, que estaba separada de mi papá, se enteró de eso y me dice te vienes a Perú, yo te voy a ayudar.
¿Cómo llegaste a televisión?
Por un tropiezo, yo era visitador médico y me convocan para un casting. Mari Pili Barreda me convence para ir a ese casting y tuve que pedir permiso en el trabajo, me dieron el permiso y no regresé más. Recuerdo haber visto en esa fila a muchos conocidos hoy como Lucho Cáceres, Marco Zunino, Rossana Fernández Maldonado, Vanessa Saba, gente de categoría que ya tenía experiencia y yo no tenía ninguna.
Siempre te gusto la actuación
Lo que pasa es que yo estudié periodismo en Argentina. Entonces vine al Perú, como a los 22 años, con la intención de hacer periodismo, pero la vida me llevó a ser visitador médico.
Pero aprovechaste la primera oportunidad.
Cuando yo siento que tenía esa posibilidad (de la actuación) decido dejar mi trabajo. Era una aventura hacer televisión porque en ese momento no tenía nada, solo un casting donde no ganaba absolutamente nada, ni un centavo.
No te creo...
Yo en ese momento tenía el mejor sueldo que hubiese podido tener un chico de 22 a 23 años. Ganaba muy bien, tenía carro que me daba el laboratorio, estaba en planilla, tenía seguro privado y renuncié a todo eso por seguir mis sueños. En esa época vivía con mi mamá y me desterró por un tiempo, ya después me perdonó.
Entonces, ¿cuál fue tu primer programa?
Antes me convoca Osvaldo Cattone para una obra de teatro con Regina Alcóver, yo tenía una participación chiquita. Pero la obra nunca se estrenó
¿Qué paso?
La verdad, no lo sé. Osvaldo me llamó para disculparse y me dice ' yo no soy de dejar a los actores sin una oportunidad. Yo creo que tienes potencial, necesito saber si puedes hacer un personaje’. Y me acuerdo que que me dio un libreto , me dice ‘léelo y dime si puedes encarnar este personaje’.
Ya no era una partecita chiquita.
No, la obra era una comedia de enredos muy divertida ‘Con el sexo no se juega’. Estuve con Osvaldo con Paul Martin, Orlando Sacha, con Carlitos Gassols con Isabel Duval.
Con los grandes...
Yo me sentaba con ellos leyendo el libreto en esa mesa del sótano del Marsano y hasta ahora recuerdo que tenía esa sensación de mirarlo a Paul, mirarlo a Orlando y decir ‘¡Tú salías en Natacha, quiero pedirte un autógrafo!. Era como un sueño.
Digamos que ese fue tu debut.
Es que todo se dio muy simultáneo. Mi debut se da en América Televisión con Lola Vilar en el programa ‘Entre Nosotras’, y yo participaba en sketchs muy chiquititos. Lola me zampaba unos cachetadones, que hasta el día de hoy me sigue zumbando la oreja ja, ja, ja.
Al estilo Chuiman.
Al estilo Chuiman, unos cachetadones espectaculares y eso genera que Malu Crousillat, me chequeara porque estaba haciendo un casting para un animador, reportero masculino para Utilísimas. El programa de Lola se transforma a Utilísimas y ahí entro yo.
Fue una buena época en Utilísima
Imagínate después de Lola, vino Camucha Negrete, Meche Solaeche, Carmen Velasco y la brujita Mirtha. Fueron dos años y me dieron la oportunidad de estar en festivales musicales como Acapulco, he entrevistado a Plácido Domingo, Ricky Martin, Fey, Jerry Rivera, Menudo que en esa época se transformó a MDO. Eso genera que América me eche el ojo y diga ‘oye este muchacho puede hacer un programa de entrevistas’ y en ese instante me sacan de América .
¿Por qué saliste de América?
Porque cometí el error, mi inexperiencia. Yo di declaraciones anticipadas sobre mi salida de Utilísimas cosa que no debió ser así, eso molestó a los directivos, decidieron no continuar y así fue mi salida. El proyecto hubiese sido una especie de Cinescape, no se dio pero me rescata Latina a los pocos meses.
Creo que hacías policiales...
Yo arranco en ‘Impacto hoy’, que era la competencia del noticiero de Federico Salazar y Sol Carreño. He sido reportero año y medio de policiales, después pasé a hacer entrevistas políticas y poco a poco me comenzaron a empujar para los casos sociales.
Ya estabas haciendo periodismo...
Pero en ese interín se da el casting para hacer el pronóstico del tiempo. Yo no quería porque me estaba formando en Latina como periodista, eso era lo mío. Me acuerdo que dije ‘voy a hacer mal el casting’ y me eligen.
Eras el hombre del tiempo.
Bueno, estaba Abraham Levy en América y yo salgo como su competencia. Me hacen meterme a un curso rápido de cómo leer los mapas del tiempo en el Senamhi y de ahí me mandan a Atlanta porque Weather Channel era quien auspiciaba este bloque. Yo prácticamente tenía mi cama en el canal porque era todos los días en la mañana, la tarde y la noche, pero fue una especie de entrenamiento para la Tinka.
LA TINKA
Tú eras la imagen de la tinka
Completamente yo era la Tinka. Yo perdí mi nombre y en la calle no era Homero Cristalli, era el hombre de la Tinka. Me decían ahí está la Tinka o dame los número de las bolillas.
Estuviste 17 años
Del 2000 al 2017. Yo le dí personalidad a ese sorteo. No era solamente ver que bolillas salían si no que va a hacer Homero, cada día tenía una ocurrencia , un bailecito, alguna palabra o frase y la gente me veía. Es una locura lo que voy a decir, pero hice 39 puntos de rating, le ganaba a todos los programas periodísticos. Hoy es impensable ese número, es una locura.
LAURA REYES
Contaste que veías Natacha, como así enamoraste y te casaste con Laura Reyes, que era la niña ‘Carito’.
Ja, ja, ja . Yo veía Natacha, vivía enamorado de Maricarmen Regueiro, me encanta y a Laura la conozco porque me invitan a un programa de Mónica Zevallos, cuando estaba en Panamericana.
En su talk show...
Me acuerdo que Jimmy Arteaga, productor, me dice: " Homero hoy vamos a hacer charada, ya tenía los grupos armados pero me ha fallado ‘X’ . En su reemplazo va a venir Laura Reyes”. Ahí menciona Laura Reyes y me acuerdo que lo miro y le digo: “No me digas, esa chica me cae recontra bomba, un plomazo”. Tenía la sensación de que era medio engreída, caprichosa.
¿En serio?
Sí, empezamos a grabar y me sientan la lado de Laura, yo comencé a meterle floro y a medida que iba conversando con ella me di cuenta que me había equivocado, que tenía una mala percepción de la chica y me gustó. Yo en ese momento estaba soltero, acababa de terminar una relación larga de tres años y se me ocurrió invitarle un café ese mismo día.
No perdiste el tiempo.
El estudio de Panamericana es testigo del inicio de nuestro amor. Le pregunto a Laura como había llegado al estudio y si la iban a recoger. Ella me dice que la había traído un taxi y se iba en taxi. Le dije ‘de ninguna manera yo te llevo’. Gloria Klein que era su pataza y estaba sentada atrás comienzo a parar la oreja.
Es que Laura era más joven.
Tenía como 23 y yo más o menos como 30 años, en esa época me decían ‘robacunas’ , pero ahora ya no se notan tanto los años.
¿Qué te dijo Gloria?
Gloria se acerca y me dice qué pasa. Le cuento que voy a jalar a Laura a su casa y Gloria se sube al carro con nosotros.
De chaperona...
Claro de chaperona. Estratégicamente todos los hombres saben yo tenía que dejar primero a Gloria para quedarme solo con Laura. La dejo a Gloria y cuando estábamos camino a su casa le digo a Laura ‘oye vamos te invito un café’.
Ahí se dio el clic.
Un café revelador, maravilloso, nos quedamos dos horas. Recuerdo que llamó a su mamá Noemí (del Castillo) para decirle qué estaba conmigo y después, de unos meses , me cuenta que Noemí le dice ‘ten cuidado con ese chico porque me han contado algunas cosas de él’, y era porque tenía un hijo. A mi hijo Leonardo lo tuve a los 19 años y ahora soy abuelo.
¿Noemí te puso la cruz?
Noemí estaba muy preocupada por eso, pero la relación fue viento en popa. Nunca deje de ver a Laura. Ella primero se hizo la importante , yo también me di mi lugar y no la llamé una semana. A la semana y media la llamo par ir al cine, a los pocos días ya estábamos saliendo y estamos a punto de cumplir 25 años.
Pero al final Noemí te aceptó
Tuvimos una relación espectacular, además ella nació en Argentina y eso siempre ayudó mucho. Mi padre es argentino, mi madre peruana. Mi relación con Argentina es cercanísima, es mi segunda patria. Entonces fue rápido con Noemí, fue una mirada y dos palabras y ya está. Con Tito (Reyes, padre de Laura) fue igual, él me adora y yo lo adoro.