Fernando del Águila, también conocido como ‘Largo’ o ‘Dubi Dubi’, es un destacado comediante en la escena peruana. Reconocido por su participación en exitosos programas liderados por Carlos Álvarez y Jorge Benavides, el actor decidió alejarse de la pantalla chica hace algunos años.
Sin embargo, recientemente reapareció en una entrevista en el canal de YouTube de Carlos Orozco, en donde expresó su indignación por no recibir una pensión como artista.
Fernando del Águila revela la razón por la que no trabaja con Carlos Álvarez y Jorge Benavides
En dicha entrevista, el humorista de 74 años abordó su retirada de la televisión peruana. Durante la conversación, Del Águila compartió sus opiniones sobre el motivo por el cual sus colegas Jorge Benavides y Carlos Álvarez no lo han convocado nuevamente para alguno de sus programas.
“Yo ya cumplí mi ciclo. Todo tiene su final. Por mi condición física también es que abandoné la TV porque no daba”, precisó el pequeño humorista.
Fernando del Águila colérico por no recibir pensión tras su retiro
Después de mencionar su retiro, Del Águila expresó su malestar debido a la falta de reconocimiento en forma de una pensión, a pesar de haber dedicado varios años de su vida a alegrar a miles de peruanos con su trabajo.
“La televisión es ingrata, siento indignación como persona y ser humano, porque a la edad que tengo, no tengo una pensión y un seguro... Algunos me dicen: ‘¿Por qué no ahorraste pan para mayo?’. Yo lo he hecho, pero en 31 días se acaba”, reveló.
‘LARGO’ SE RECURSEA VENDIENDO DULCES
Con sus 98 centímetros de altura, es quizá el actor cómico más pequeño del país. Fernando del Águila, conocido como ‘Largo’ o ‘Duby Duby’, se alejó de la televisión hace cuatro años y ahora vende dulces en una pequeña carretilla con la que recorre el jirón de la Unión con su mascota ‘Princesa’.
¿Hace cuánto vende?
Uff, hace 13 años. Hacía esto paralelamente a mi trabajo en la televisión. Gracias a Dios, la gente me quiere y apoya. Siempre soy perfil bajo, más que mi tamaño (risas).
¿Cómo empezó?
Primero vendía chicha en el jirón Paruro y Mercado Central. Traía hielo en mi carro y vendía bien.
¿Hace otros trabajos?
Trabajo también como consultor de belleza de Hidonea, pero la venta de dulces es mi rubro central. Así di profesión a mis hijos. Una es contadora y el otro estudia Negocios Internacionales.
¿Extraña la televisión?
Para nada. Se me complicaba por mi problema en la pierna. Tenía que llegar temprano desde mi casa en San Juan de Lurigancho hasta Jesús María, y grababa todo el día. El cuerpo ya no da. Ni sé por dónde se fueron los años, creo que por arriba porque no los vi pasar (risas).