Fernando Armas es el invitado de ‘Café con la Chevez’. El cómico se confiesa en una divertida entrevista en la que nos cuenta detalles de sus inicios en el mundo del espectáculo y sus más divertidas anécdotas con sus compañeros actores.
En la charla, Fernando Armas nos cuenta que Susy díaz le propuso ‘armar’ un romance debido al éxito que tenían en televisión, sin embargo, el cómico decidió no aceptar.
Además, nos da detalles de cómo fue que nació su personaje del ‘Chisiricosoro’, el mismo que tantas satisfacciones le ha traído a lo largo de su carrera. El café ya está servido.
¿Cuántos años tienes de carrera?
Justo en este abril estoy cumpliendo 34 años de carrera artística, desde que llegué a Trampolín a la Fama. El 20 de abril ingresé al mundo de la televisión y la radio y ese mismo día es cumpleaños de mi suegra, que en paz descanse, partió en pandemia. Se fue, la señora en los últimos años fue de mucha cordialidad conmigo, siempre estuvo atenta a lo que yo hacía, a lo que hacíamos en casa con Charito.
¿Con Charo cuántos años tienes? ¿cómo fue el matrimonio?
Tenemos 31 años de casados. El matrimonio es un barco que siempre está en el mar y tiene que pasar tempestades, calmas y seguir hasta llegar a buen puerto, lo importante es que estamos ahí, no hemos abandonado el barco, estamos juntos, a veces daban ganas de arrojarse del barco, tanto ella como yo, pero ahí estamos, remando. Con el tiempo te das cuenta qué debe funcionar y qué no. Creo que lo que debe funcionar es siempre la autenticidad, cuando se pierde la transparencia se pierde mucho.
¿Nunca tuvieron un momento crítico?
Hemos estado con un pie afuera y un pie adentro, solo dependía de nosotros estar juntos. Ahí estoy con mi esposa Charito, caminando juntos. Ahora estamos solo, mis hijos han crecido, queremos irnos de viaje solos, nos toca cuidarnos, es mi compañera y yo soy su compañero.
¿Te has hecho bótox?
Yo me he puesto relleno, bótox, un gel también. Me hicieron lipotransferencia también. A mi esposa no le gustan los canjes, prefiere dar su plata. No quiere, prefiere pagar su plata y que le hagan sus cositas.
El otro día mi esposa, en mi último show, me envió un ramo de rosas que sabe que me gustan. Me pareció algo hermoso porque me encantan las rosas. Esos son los gestos que han llegado a conocerse con el tiempo.
En tu carrera has conocido a muchas chicas guapas, ¿era celosa?
Ahí está esa transición de parte de ella. Yo he estado rodeado siempre, hasta hoy, de un mundo frívolo, de plumas y lentejuelas, pero todos saben que soy casado. Yo de broma digo ‘he nacido casado’, son tantos años... solo me queda mirar nomás, con mirar uno no va perder el casamiento. Miro nomás, observo, aplaudo, coqueteo, no voy a negar que coqueteo porque es de hombres coquetear y de mujeres aceptar, mientras sea gentil, educado, pero si cruzas esa línea, es peligroso.
Con Manolo han trabajado desde Risas
Desde los 90, yo ingresé en el 90 y Manolo ya estaba ahí. Yo de los Incorregibles también fui el último. El proceso fue así, primero fue Alfredo, empezó a brillar primero en Risas y Salsa, después viene Manolo, que se gana el cariño de Guille, y luego es Arturo, que llega por la imitación de Henderson. Yo era el último, el que estaba ahí esperando. Ya cuando se va Manolo es cuando Guille me empieza a prestar atención. Guille tenía el ojo clínico de la comicidad, sabía quién podía tener potencial y quién no. A mí me dio mucha licencia.
¿Cuál fue tu primera imitación en Risas?
De Mariela Balbi. A mí me da Guille la primera tarea, para hacer Mariela Balbi cuando Rodolfo Carrión sale, fue una poda en el canal y me ponen a mí como Mariela Babi. Y me ponen la minifalda, los tacos, las medias y la bata... yo empecé a hacer entrevistas con personajes de la realidad.
¿Con Manolo tuviste un distanciamiento?
Sí, pero solo por trabajo, pero nunca hubo un tema de rencillas, ni de malestar ni con Alfredo ni con Arturo ni con Manolo. Siempre una relación cordial y de patas. Hemos visto a nuestros hijos chiquitos. La parte que siempre Alfredo se acuerda es que cuando nosotros estábamos en ATV y mi hijo cumplía 4 añitos y estaban de moda los teletubies y ellos fueron a mi casa con toda la espuma, nos maquillamos arriba los cuatro para mi hijo.
¿Es cierto lo que hizo Edwin Sierra?
Es que nadie conoce a la persona, no todos tienen la lealtad. Además, Edwin no era del grupo que habíamos salido de Panamericana. Él se une luego y cuando estábamos en América se forma Los Amigos de la Risa porque Ernesto Pimentel se enferma y nos dan un bloque, ese bloque se hizo programa. Cuando se corta todo, nos vamos todos, estábamos en buen momento. Se supone que íbamos a una notaría y los únicos que llegamos a la notaría fuimos los cuatro. Lo que dice Alfredo es verdad, lo llamaba a Edwin... yo soy un poco más pacífico, pero lo que han dicho Arturo, Alfredo, Manolo, es verdad.
Tu colegio es grandote...
Mi colegio... yo siempre digo ‘es el colegio de mi esposa’, ella es la promotora, la que siempre está ahí chambeando, ella está pendiente 24/7 de su colegio, Charito le pone mucha pasión al colegio. Yo la admiro, ama lo que hace y me deja hacer lo que yo hago, que es difícil, no es fácil pararse en un escenario, hacer reír.
¿Tu hijo estudia en el extranjero?
No, viajó pero está acá. Mi hijo es arquitecto, mi hija es psicóloga y mi hija mayor estudió marketing y trabaja como promotora de espectáculos, ella vive en Chiclayo, Fiorella, ni me acuerdo su edad. Ella nació cuando yo tenía 20 años, chibolito. Y tengo una nieta de 15 años, siempre conversamos.
¿Se lleva bien con tus hijos menores?
Sí, los tres se llevan bien. No es bueno que se lleven mal, los hermanos siempre tienen que estar unidos. Y hablando de hermanos, les envío un saludo a mis hermanos que están en Chiclayo. Yo fui el único de los 11 que se vino a Lima a trabajar, los demás se quedaron allá. Yo me vine a Lima dejando muchas raíces allá.
¿Cuántos años tienes?
Tengo 58 años, este año cumplo 59. Los doctores me han dicho que a los 60 tengo que ir al geriatra. Pero hoy en día se ponen bermudas, zapatillas, gorrita y en andador pues, así no es.
¿Te haces tus exámenes de la próstata?
Siempre y me han tocado hombres y mujeres. Hay gente que se ha muerto por no hacerse, por el machismo, hay que aceptar, y si es dos dedos mejor, una segunda opinión y si son cinco mejor, junta de médicos.
¿Nunca has tomado viagra?
No, nunca he tomado. Tengo temor, mi corazón... los hipertensos no pueden tomar.
¿Te harías la vasectomía?
No, mi esposa ya no puede.
¿Cómo estás en el Reventonazo?
Yo tengo 3 años trabajando con la Chola. Me convocaron juntos en pandemia, entro el abril. Conozco gente muy valiosa en la comicidad, Ernesto es un líder, es un inspirador, un emprededor, no deja de invertir, siempre diversifica, canta, actúa, hace comedia, conduce, es muy bueno. Yo he conducido programas, he estado en programas con mucha presencia pero me siento bien porque el programa es de comedia y a mí me encanta la comedia. He estado de moderador de un panel, te acuerdas de ‘Qué tal mañana’ con la Cabrejos, con Álvaro Maguiña, con Rondón, y bueno ahora estoy con mis tetas, mallas, pestañas y soy feliz porque es lo mío, hacer reír me encanta.
¿Has ido a ver a los chicos de Hablando Huevadas?
No he ido, pero los escucho cuando voy camino a la radio. Los escucho pero pucha, Jorge y Ricardo se mandan bien feo, pero la gente ríe pues. Jorge es quien más humor pone, Jorge remata el chiste.
A mí me ha encantado siempre tu imitación de Laura Bozzo...
Pero cómo ha cambiado Laura, yo ya no la puedo imitar o voy por ese camino por tanto bótox, tengo que ponerme colágeno en los labios. Laura me permitió hacer de su persona un personaje, inclusive me llegó a prestar su vestuario, los dos íbamos a salir en Risas de América. Ella dice que después fue a un matrimonio y le decían ‘Laura Chozo’. Ahí está Laura, sigue siendo un personaje.
¿Has tenido problemas por algún personaje que hayas hecho?
La esposa del Puma Carranza una vez me llamó. El Puma estaba en campaña, se iba a postular en Comas. Me llamó la señora y me dijo ‘Fernandito por favor, por la campaña no lo imites, de ahí lo sigues imitando’ y el Puma cada vez que me ve me dice ‘oye yo no hablo así’, yo le digo ‘está bien, pero es un personaje’.
Susy Díaz, cuando estaba con Percy Arévalo, estaba en mi casa, habíamos venido a recoger a Susy de un evento y estábamos los tres conversando, mi esposa estaba de viaje. Y Susy me dijo ‘Fernando, qué tal si decimos que como tú imitas tanto a Percy, decimos que estoy saliendo contigo’... yo le dije ‘tú estás loca’, Percy me dijo ‘sí hermano, porque esto va generar que la gente hable’, el marketing de Susy. Les dije ‘no, están locos, qué va decir mi esposa’ y Susy me dijo ‘pero ya le hablamos a Charito’. Susy muy inteligentemente ha sabido ubicar su nombre como una marca.
¿A ti también te han animado para ser imagen?
Sí, yo he sido imagen de diversas marcas y de diversas inmobiliarias pero eso, un día Chicho Mendoza me dijo ‘el día que un artista sea imagen de una marca es porque tiene una pegada fuerte en la población’. Es que estas empresas hacen un estudio de mercado.
¿También hacías con Roxana Ávalos?
Roxana Ávalos era muy amiga de mi familia. Yo entraba a molestarla con Alfredo de ‘robacuna’ con la voz en off. Con Guille escribíamos lo que íbamos a decir y Ricky no sabía, no le decíamos a nadie.
Con Ricky también estaban en el sketch con Andrés
Claro. Ricky tenía una costumbre, te agarraba de la patilla... y una vez lo llama y le dice ‘Ricky te voy a patear’, quería patearlo en la canilla porque era tosco Ricky. Ricky nos decía ‘yo he ganado mucho, yo tenía mucha plata y carros, yo cerraba restaurantes’, pero se acabó todo e integró Risas, nos enseñó. Ricky era un comediante de cuna, venía de su padre. Después de Risas de América nos distanciamos, Los amigos de la risa fue lo último que hicimos juntos. Desde ahí ya no se pudo congregar mucho grupo.
¿No se reúnen ahora?
No, no hemos tenido la oportunidad. Con Arturo sí nos vemos en la radio. Arturo era el más tranquilo dentro de la parranda, yo solo me quedaba hasta la una, ponía las pilas y a la 1 me iba. Hemos ido a La Marina, a La Victoria, en Los Olivos.
¿A Toledo no le molestaba tu imitación?
Toledo llegó a fastidiarse cuando lo imitábamos en 24 minutos, y ahí habló, justo estaba Anchorena y nos levantó el programa, pero no solo a nosotros, sino también a Bayly porque le daba duro. Pero sin embargo, cuando estábamos en la radio con el tío, él llamaba, ‘ustedes son extraordinarios, valoro su arte, me hacen reír demasiado’. Con Manolo lo entrevistamos en Los incorregibles y nos prometió, que si llegaba a Palacio, nos invitaba a comer un cevichito... nunca nos invitó.
¿Cuándo hacías tus caracterizaciones de canto, te preparabas?
Claro, ahora sé lo que es una desafinación porque se siente. Yo siempre he querido imitar personajes en el canto de Yo Soy, llegué a hacer Javier Solís y me dieron de alma, la profesora me dijo ‘sigue en la imitación’.
¿Tú no querías hacer el Chichiricosoro?
Sí, no quería porque éramos tres y por qué yo, me decía ‘porque eres el más maricón’. Efraín le puso ‘Fulvio’ por Fulvia y yo le puso Carmelo. Al inicio era los lunes, luego lunes y viernes, luego, lunes, miércoles y viernes y luego todos los días. Lo molestaba a Efraín con su ropa y le decía ‘qué huachafa estás, qué vieja’. Te acuerdas de Benji... él me dijo que tenía que ponerle el idioma loxoro. Me lo tuve que aprender... ahora todo es bebita, heteroflexible...
¿Cuando te pasó este choque emocional dijiste ‘ya no vuelvo’?
Sí porque yo sentí que era muy complicado, pero también tenía mi otro lado que decía ‘esto es mi sanación’, el humor te hace olvidar muchas cosas, esto puede ser mi enfermedad como puede ser mi sanación y eso fue lo que me ayudó.
¿Fue depresión?
Tuve muchos agravantes, el estrés, la depresión, la carencia y la acumulación de trabajo. Desde que mi mamá falleció a mis 14 años, empecé a trabajar. Cuando cumplí cincuenta años, no hice mis cincuenta años, aunque yo siempre hago mis fiestas. Me fui a un hotel de cinco estrellas de Pisco, me fui con mis esposa, con mis dos hijos y me fui frente al mar, a mirar el mar, así pasé mis cincuenta años... tenía ansiedad, pánico, taquicardias, sudores, me decían que era la andropausia, me fui a ver mis feromonas, no tenía nada, solo era el tema mental y sanar, sanar, pedir perdón a todo el mundo. Mi sanación fue a través de la parte espiritual, la parte psicológica, psiquiatra, cura de sueño, acupuntura, reiki, limpia, cuy, huevo, todo eso pasé pero me sirvió, me hizo más fuerte. Hay que saber dosificar las energías, hay que tomarse el tiempo para descansar, vacacionar es una necesidad. Y eso no se cura, ahorita que me tomado café empecé a sudar, pero uno ya sabe cómo manejarlo y sobre todo, estar en paz, la mejor almohada es la consciencia.
CAFÉ CON LA CHEVEZ
¿Cuál es el personaje que más quieres, el que más satisfacciones te haya dado?
El que más disfruto por lo que genera es Toledo. Porque puedo chupar gratis en el escenario, puedo decir ‘carajo’, puedo decir ‘sírveme más’.
¿Has hecho alguna locura de amor?
Sí, cuando me casé. Chuiman me decía ‘cómo te vas a casar’ y me casé, no fue una locura de amor, es amor, pero creo que mis detalles sí fueron por amor, he hecho muchas locuras de amor. Renové votos de matrimonio, ya pues, eso es de locos, eso fue hace 15 años, a los 15 años fue, ya necesito otra renovación.
¿Prefieres la televisión o la radio?
Las dos cosas, se me corta un sueldo... y ahora se viene el podcast.
¿Si se te presenta la oportunidad de hacer una escena de amor, con quién te gustaría hacerla?
Con Tatiana Astengo, es una actriz extraordinaria y es comediante también.
¿Con quién no trabajarías?
Con Edwin Sierra, no, no, no. Com Tom Hanks no trabajaría porque estoy seguro que nunca trabajaría jajaja...
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