La puedes encontrar caminando por las calles, en un microbús o saliendo de un teatro. Disfruta su trabajo, la popularidad que le trae representar personajes que son ‘adoptados’ por las familias peruanas, pero no cambia su forma de transitar por este mundo.

Mira también:

Ella era de las chicas aplicadas en el colegio, que sobresalía con sus notas, pero la vida caprichosa la llevó por el arte. Fernanda Llanos cada día va ganando más protagonismo en la telenovela ‘Luz de Luna 4: La despedida’, que se transmite por América Televisión, y eso le provoca mayor responsabilidad. Por un instante deja su papel de Camila Pacora para empezar a conocerla un poquito más.

Fernanda, ¿siempre quisiste ser actriz?

Soy promoción pandémica.

¿Cómo es eso?

Estaba por graduarme, encerrados, y me empezó a llegar información de que podías presentar videos y fotos para obras de teatro.

¿Lo hiciste?

Sí, y fui convocada.

¿Tenías alguna experiencia?

Actuaciones del colegio. Cuando regresamos a la normalidad me convocaron para una obra musical y allí inició todo.

¿Por qué lo dices?

Me di cuenta de que podía dedicarme a esto.

¿Ibas a estudiar una carrera?

Pensaba postular a la universidad. Quería ser bióloga, también médica, hasta pensé en seguir administración de empresas o negocios internacionales.

Todo lejos del arte...

Es que siempre fui una alumna aplicada.

Nada como trabajar en lo que más te gusta...

Pero también hay sacrificios.

Fernanda Llanos. Foto: Allengino Quintana
Fernanda Llanos. Foto: Allengino Quintana

¿Como cuáles?

Pasas muchas horas grabando y ves poco a tu familia, no veo a mi hermano, es difícil hacer un tiempo para mi enamorado.

¿Él es celoso?

Es comunicador y entiende cómo es esto.

¿Te lo ha dicho?

La primera vez que me vio en una escena de celos pensé que se iba a incomodar.

¿Qué pasó?

Vimos el capítulo juntos y me dije: ¡Lo que se viene! Y no pasó nada.

¿Y si fuera él quien actúa y tiene escenas románticas?

¡Me muero! Ja, ja, ja.

¿No lo tomarías de manera profesional?

De repente cuando tenga 40 años y esté más madura.

En escenas de besos supongo que no disfrutan mucho...

Cuando lo haces tienes cerca de diez personas grabando alrededor. Uno está más pensando si brilla la cara, en el pelo o lo que tienes que decir después.

¿Es más fácil reír o llorar?

Me cuesta mucho más lo primero. Si necesito llorar, leo la historia de mi personaje y me identifico.

¿Qué cosas te hacen renegar?

Cuando no como a mi hora.

¿Cómo es eso?

La gente que trabaja conmigo sabe que si son la una de la tarde y no he almorzado, se me empieza a transformar la cara.

¿Te alteras?

No, pero estoy apagada.

¡Pobre tu enamorado!

Él me mira y sabe que debemos ir a comer algo.

¿Te cambia el humor?

Por supuesto, siento que es una manera de conquistarme.

¿Exquisita para elegir restaurante?

Para nada. Si estoy en la calle, tengo hambre y paso por un chifita, entro sin problemas.

¿Plato preferido?

El lomo saltado.

¿Uno que no te apetece nunca?

Daré una opinión que puede ser controversial, pero no como la causa.

¿Haces deporte?

No.

Con tu buen apetito, ¿cómo haces para mantener tu figura?

Voy al gimnasio.

¿Algo que disfrutes hacer?

Leer.

Eso es muy bueno...

Sí, muchos me dicen que tengo datos curiosos de varias cosas.

¿De verdad?

Sé, por ejemplo, que se puede extraer el ADN de las fresas.

Si alguien necesita información, que te busque...

Puedo ser un Google andante, je, je.

¿Y cómo vamos en el baile?

Me defiendo.

¿Salsa?

Con elegancia.

¿Reguetón?

También.

¿Perreo?

Bailo el urbano.

¿Tonera?

No me gusta salir, a mi pareja tampoco.

Si te da a elegir, ¿disco o bufet?

Lo segundo, obviamente, je, je.

¿Es igual que tú?

Preferimos cine o teatro.

¿Celosa?

Sí, pero no tóxica.

¿Le harías una ‘escenita’?

He madurado, puedo sentir incomodidad, esperaría a estar solos para hablar del tema.

¿Adicta a la ropa?

Creo que tengo más prendas del personaje que en mi vida diaria.

¿En qué gastas?

En taxis para ir a ver a mi enamorado o mis amigas.

¿Subes a un micro?

Ahora que converso con ustedes, termino y subo al autobús a buscar a mi pareja.

¿Te reconocen?

Un par de veces. Me hacen las preguntas de siempre: ¿Tú eres?

Eres ahorrativa, ¿en qué sueles gastar?

En viajar y estudiar.

¿Tu último acto de bondad?

Compré una hamburguesa y se la di a una persona de la calle.

¿Pecado más reciente?

Visité mi colegio y, aprovechando que los niños salieron al recreo, me llevé un par de dulces que dejaron.

¿Una mentira?

No puedo, soy muy trasparente.

Gracias por estas confesiones...

Un gusto conocerlos.

Fernanda se fue dibujando una sonrisa, la misma que la acompañó en toda la entrevista. Bien lo decía el gran Bob Marley: “Deja que tu sonrisa cambie el mundo, pero jamás dejes que el mundo cambie tu sonrisa”.

Fernanda Llanos. Foto: Allengino Quintana
Fernanda Llanos. Foto: Allengino Quintana

TE PUEDE INTERESAR:

SOBRE EL AUTOR

Somos el mejor equipo tras la farándula peruana. De 'Chollywood', con amor. Historias confirmadas, contrastadas y verificadas. Porque tu entretenimiento es una cosa muy seria para nosotros.

Contenido sugerido

Contenido GEC