Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila

¿Quién es Danny Rosales? ¿Cuál ha sido su camino para llegar a este presente? Entre la angustia y el miedo surgió la carcajada. En una casita humilde de Villa María del Triunfo, el dinero escaseaba, los problemas se habían instalado y él asumió que debía sacar adelante a los suyos, aunque para ello solo tenga un ‘arma’: hacer reír a los demás. es de los pocos cómicos ambulantes que triunfa en la televisión. Pilar del programa , tiene innumerables historias curiosas, pero también de angustias.

¿Pensaste en operarte la ‘ñata’?

Me llamaron de un programa para hacerme la intervención gratis.

¿Por qué no aceptaste?

Es que mi nariz se acopla a mi cara.

Buena definición.

No vendo rostro, yo ofrezco talento.

Alguna vez apareciste con un parche en tu tabique.

En mis redes y las mujeres creían que era verdad y escribían: ‘Por qué has hecho eso’ y los hombres comentaban: ‘Ya la cag...’.

¿En el colegio te ‘vacilaban’?

Un poco me acomplejaba y me preguntaba cuánto costaría hacerme la cirugía, pero se me fue la idea.

¿Y ahora?

Es mi ‘gancho’, ja, ja.

La pantalla trae fama y chicas siendo feo o bonito.

Pero también creen que ser cómico ambulante es ser borracho, pegamujeres y que pasa toda la noche en night clubs.

¿Lo viviste?

Lo padres de la madre de mi hijo creían eso. Que no estudiaste y como no querías ser ratero, elegiste este oficio.

¡Qué fuerte!

Le decían: ‘Para qué te he dado estudios’.

No eras vago, pero sí caminante.

Antes yo era muy viajero. Me iba con mi maleta a un pueblo y para la vuelta no tenía un ‘mango’.

Pero pasando la gorrita hacías billete.

Me he parado en una plaza, he armado un show y la gente era ‘puñete’, no te daban un sol.

¿Qué se hace?

Dormir en la banca de un parque y esperar que el otro día sea mejor.

¿Hay ciudades que no son buenas plazas?

Recorrí el Perú y apuntaba dónde me iba mal y bien.

Puedes sacar un libro.

Lo tengo hecho. Allí registro las fiestas del Perú y de paso dónde hay personas colaboradoras. Es una guía para quien desee seguir los pasos de uno.

¿Cuántas veces dormiste con el estómago vacío?

Actuaba y vendía turrones, y como nadie daba una moneda, me los comía como almuerzo.

¿Otra?

Llegábamos temprano en grupo y no se podía hacer nada hasta la noche.

¿Qué se hace en esos casos?

Juntábamos 4 soles y comprábamos una porción de papa frita y le echábamos ketchup. Era nuestro almuerzo.

Luego vino la tele, ¿te cambió la cabeza?

Cuando nació los ‘Ambulantes de la risa’ me creía lo máximo y no era ni m...

¿Vanidoso?

Me sentía rico.

¿De verdad?

Y Mónica Zevallos, la que llamaban ‘La suavecita’, me advirtió.

¿Qué?

Ojalá no te dé lo que le sucede a casi todos: ‘Estrellitis aguda’.

¿Qué respondiste?

Me reí y ella agregó: ‘No vas a querer ni subir a una combi’.

¿Se cumplió?

Aparecieron mujeres, descansaba en hoteles, me descuidé de mi familia, borracheras a diario e hice sufrir a las personas que me querían.

¿Y cómo reaccionaste?

Se acabó el programa y de nuevo en la calle sin nada.

Muchos aseguraban que ustedes eran apoyados por Vladimiro Montesinos.

Éramos cortina de humo del gobierno.

Entonces, estaban bien pagados...

No, pero nos contrataban en todos lados, giras, coliseos y nos llenábamos de plata, pero solo un tiempo.

¿Lugares precisos para armar un ruedo?

El ‘Día de los muertos’, anda al cementerio. Día de la madre o del padre, tienes que trabajar porque la gente es generosa.

¿Algún parroquiano te hizo la bronca?

En ‘San Valentín’, un tipo estaba con su enamorada, me dio 5 soles y le dije: ‘Eres chévere, el año pasado estabas con tu chica y también me diste un buen sencillo’, y ¿sabes qué hizo ella?

Dime...

Le gritó: ‘El año pasado no me sacaste’ y él se ‘rayó’: ‘Oe m... dile que es broma, no te conozco’, y tuve que aclararle a la muchacha.

¿La más grande propina que te dieron en un show?

Un español me regaló 100 dólares.

¿Cómo nace toda esta historia?

De chico siempre tuve chispa, pero pasó algo en casa.

¿Qué cosa?

Mi papá se enfermó, le salía materia en su cara y había que sostener el hogar.

¿Cuántos años tenías?

Estaba en tercero de media y dejé los estudios.

¿Los retomaste?

Nunca más.

¿Por qué no otra ‘chamba’?

Vivía en Villa María y fui al Centro de Lima, pero pasé por el Parque Universitario y me quedé viendo a los cómicos. Quedé impresionado.

¿Y qué siguió?

De tanto ir, apunté los chistes.

¿Cómo te lanzaste?

Empecé a vender abarrotes en el mercado del barrio, agarré un vestido viejo de mi mamá y me maquillé. Puse mi latita y se llenó.

Tienes una gran lección de vida.

Gracias, porque a veces es bueno que se sepa que nada es fácil y este presente con Jorge Benavides me ha costado.

El agradecimiento te lo damos nosotros por tanta sinceridad.

Un gran abrazo a los lectores de Trome, un diario que ha registrado mis buenos y malos momentos. También los invito a ver ‘JB por ATV’ los sábados a las 8 de la noche.

Tiene barrio, calle, no se ha parado en una esquina, sino en plazas. Danny Rosales Te cuenta su propio ‘sketch’ porque lo vivió como pocos. Para él, fue un acto de coraje vivir o partió de un principio, que lo define muy bien la escritora María Demuth: ‘Atrévete a ser valiente hoy y confía en que cuando extiendas tus alas, volarás’.

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