
Daniela Cilloniz sorprendió a los seguidores del ‘Café con la Chevez’ al revelar una parte poco conocida de su vida, en la que habló de la dura etapa que atravesó en su juventud, marcada por la depresión, el alcohol y las drogas. La conductora contó que aquella experiencia fue un punto de quiebre que la llevó a buscar un nuevo camino.

Durante la entrevista, relató que tras vivir una decepción amorosa cayó en una profunda tristeza. Esa situación afectó su entorno y preocupó a su familia, quienes decidieron enviarla a Argentina para que pudiera rehacer su vida lejos de las malas influencias que tenía en Perú.
“De hecho caí. O sea, sí un tiempo caí, por eso me dijeron no, te vas porque acá en el Perú…”, confesó Cilloniz al ser consultada sobre si había llegado a consumir sustancias y alcohol en ese periodo de su vida.
La conductora confirmó que en ese tiempo sí se vio envuelta en un círculo de consumo: “Sí, drogas, alcohol, todo. Pero fueron dos meses que mis papás se dieron cuenta y me dijeron no, te vas afuera, cambias de amigos, te encuentras”, explicó.
Su madre fue su gran apoyo
Cilloniz añadió que el apoyo de su madre fue fundamental en esa etapa, pues incluso viajaba a visitarla para asegurarse de que su proceso de recuperación avanzara.
“Mi mamá iba a verme de vez en cuando y gracias a Dios salí adelante, porque también allá me había podido juntar con mala gente, hubiera podido seguir en eso…”, recordó.
La soledad también fue un factor con el que tuvo que lidiar, aunque supo canalizarla de manera positiva.
“Encontré en el teatro esa pasión que me llenó y me hizo encontrarme a mí misma y darme cuenta que en verdad un hombre te puede fallar, un amigo, una persona te puede fallar, pero el mundo está rodeado de seres humanos y hay millones”, compartió.
El arte se convirtió en un refugio que le permitió mirar la vida con otros ojos y reconstruir su confianza personal. Para ella, fue el escenario donde redescubrió su identidad y su fortaleza.
Al recordar su paso por Argentina, también comentó que el ambiente cultural y social del país le abrió nuevas perspectivas. “Me fui a Argentina y a donde volteaba había cada papacito”, bromeó en medio de la conversación, demostrando que hoy mira esa etapa con humor y ligereza.












