NO ES LA PRIMERA VEZ. Muchos son los futbolistas que abandonan las páginas deportivas para aparecer constantemente en las de farándula, pero algunos incluso terminan también las secciones policiales de periódicos y noticieros de televisión, denunciados por agredir físicamente a sus parejas de turno. Christian Cueva ha sido el último de una larga lista de ‘peloteros’ acusados de violencia contra las mujer.
El programa ‘Magaly Tv, la firme’ recordó, por ejemplo, el caso reciente de Andy Polo, quien fichó por Universitario tras ser expulsado del Portland Timbers de Estados Unidos, donde finalmente fue condenado en febrero de este año a pagar a la madre de sus hijos 600 mil dólares. Aunque, hasta el momento, no se ha cumplido con la indemnización.
Pero ninguno quizás como Jean Deza, quien ha sido acusado hasta por cinco mujeres de ejercer violencia física contra ellas. Entre las más conocidas de las víctimas del díscolo atacante están Shirley Arica y Jossmery Toledo. Sin embargo, el jugador solo tuvo que cumplir con unas cuantas horas de servicio comunitario.
Deza nunca tuvo problemas para encontrar equipo y juega hoy en el Sport Huancayo, donde comparte club también con otro golpeador: Alexi Gómez.
La ‘Hiena’ fue denunciado en 2020 por Andrea Barrantes cuando jugaba en ese tiempo en Alianza Lima. “Yo lo único que dije fue: ‘Dios mío, por favor, ayúdame porque me van a matar’”, contó su expareja en aquella ocasión.
Uno de los casos más graves ocurrió en 2022, cuando la bailarina Angye Zapata denunció por maltrato físico y psicológico al jugar de Sporting Cristal Martín Távara. “Me empujaba o me metía puñetes, ha llegado hasta romperme la cabeza. Tres veces me rompió la boca, tres veces me dejó el ojo morado, dos veces me dejó el brazo morado... me rompió la boca, me hinchó toda la parte derecha de la cara, el ojo me lo dejó cerrado, me rompió la cabeza y yo perdí un diente”, narró la exbailarina de Josimar.
Sin embargo, Távara solamente fue suspendido por el conjunto rimense por unos partidos y luego su vida continuó como si nada.
Lo mismo pasó con el arquero de Alianza Lima Ángelo Campos, quien fue separado del equipo blanquiazul por un breve tiempo al ser acusado por la madre de su hijo, Yaris Figueroa, por golpearla cada vez que se alcoholizaba.
En 2019, John Galiquio, ex jugador de la U, fue acusado por su expareja Carla Gómez, por destruirle la vida y amenazarla sin importar que la mujer tiene cuatro órdenes de alejamiento. “Me rompe la mandíbula, en el piso me patea en la calle, delante de su mamá, de su papá, y para todo el mundo, yo me accidenté viajando a Pisco”, contó la mujer.
Lo peor de todo es que este mal elemento, retirado en 2018, nunca pisó la cárcel y actualmente es técnico de un equipo de barrio de menores y hace ocho días fue acusado por golpear a un joven menor de edad.
¿Terminará algún futbolista peruano en prisión por violencia contra la mujer? ¿Será Cueva el primero?
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