La segunda temporada de “La casa de las flores” empezó tiempo después del funeral de Virginia de la Mora, y aunque se mostraron algunas imágenes del velorio y entierro no se revelaron todos los detalles del ultimo adiós del personaje de Verónica Castro. Incluso la misma Paulina dijo no recordar lo que sucedió ese día. Para aclarar todas las dudas de los fans Netflix compartió el viernes 1 de noviembre un episodio especial titulado ‘El funeral’.
Ocho mentes antes de los eventos de la segunda entrega, Paulina, Julián y Elena esperan que el cuerpo de su madre, pero cuando Ernesto llega a la frontera no le permiten el ingresó a México porque no tiene los documentos necesarios.
Mientras Ernesto recurre a medidas desesperadas para llevar a Virginia a su casa: saca el cuerpo de su esposa del ataúd, lo pone en el asiento posterior y hace creer a las autoridades que simplemente está dormida, Julián consigue otro féretro para el velorio de su madre.
Familia y amigos llegan a despedirse de Virginia, entre ellos, ‘La Chiqui’ Corcuera, Carmela y algunos exnovios de Elena. Pero ella no es la única que recibe consuelo, el amigo de Diego aparece e invita a cenar a Julián, y así nace el convenio que existe entre el hijo de Virginia y Oliver en la segunda temporada de “La casa de las flores”.
Carlos, el amigo que prestó el avión para trasladar el cuerpo de la matriarca de los De la Mora, es quien le habla a Ernesto de Jenny y su culto. Le advierte que es bastante caro, pero que vale la pena por sentirse feliz y tranquilo.
Y tal como se ve en los últimos nueve capítulos de la serie de Netflix Ernesto se une a este grupo, se casa con esa mujer y le entrega todas sus propiedades. Sin embargo, al final se muestra que Jenny Quetzal es una estafadora y es perseguida por la policía.
Además, se revela que Diego si llegó al funeral de Virginia, pero es interceptado por Oliver quien le asegura que Julián aún no lo ha perdona y no quiero verlo.
Luego de una conversación sincera entre hermanos, Paulina admite que, aunque no le importa lo que piensen las amigas de su mamá si le importa lo que crean sus amigas, y le presenta al mundo a María José.
Colapsada por el dolor, Paulina les grita a todos unas cuántas verdades, les reclama su hipocresía, su doble moral y llora abrazada al ataúd de su madre.